Sé que eres mucho de hacer este tipo de listas, pero al diablo.

Al diablo con los pros y los contras.

Tu lista seguramente tendrá muchos más contras que pros, pero en el fondo, en ocasiones, hay que dejar a un lado la lógica, las letras y los números, las ecuaciones y los esquemas.

Te quiero, ¿no te vale? Que sí, que a veces no es suficiente, y no es la primera vez que vengo a pedirte perdón, que te he fallado todo lo fallable y que no sé cómo asegurarte que no volverá a pasar, que no volveré a alejarme y que no volveré a dejarte a la deriva; pero créeme, tú lo sabes mejor que nadie, me conoces mejor que cualquier persona viviente y sabes que no creo en las medias naranjas ni en las medias limas, como mucho creo en los gajitos de limón acompañados, siempre, de un poco de sal y unos buenos chupitos de tequila.

Que no necesito que nadie me complete, pero tú me haces mejor, mejor persona, mejor yo, solo contigo tengo esa sensación que se tiene cuando encuentras esa pieza del puzzle que creías perdida pero que al final estaba debajo del cojín del sillón donde leemos a Poe.

Perdóname, por todos mis errores, por mis mil contradicciones, por las puertas que cruce (ya sabes que Amaral siempre tiene razón). El tiempo lo cura todo, y yo te he dedicado toda mi vida, cada minuto de ella, y así lo seguiré haciendo sólo si tú me lo permites. Puede que en (numerosas)ocasiones no te haya valorado lo suficiente, y que en otras haya antepuesto otras personas a ti, que no te haya prestado toda la atención y dedicación que te mereces y que anteriormente hay intentado arreglarlos por periodos volvían a su desastroso inicio como un boomerang, pero… ¿recuerdas esos periodos? Inmejorables, ¿verdad? Momentos inolvidables, baños de espuma, risas eternas, fotos preciosas, viajes en avión, tren, coche e incluso aerodeslizador, grandes ilusiones y grandes carreras por la ciudad, entre tantísimas cosas más (las podemos recuperar, solo tienes que dejarme).

Lo sé, la jodí, pero te querré por y para siempre. Decidas lo que decidas, siempre seré tu salida de emergencia y siempre podrás contar conmigo para ayudarte a levantarte tantas veces como te caigas y más. ¿Sabes qué? Que los números no me importan, a la mierda los centímetros, los kilos, las semanas, los días y las horas.

Yo solamente te quiero recuperar, y hacerlo cada día mejor que el anterior, cada intento un logro insuperable, volver a tenerte, sin inhibiciones, ni interrupciones, sin daño ni dolor, y te prometo que retomaremos todos nuestros sueños juntos (que no se te olvide que tenemos que seguir poniendo chinchetas en nuestro mapa hasta que no quepan más viajes) y seremos capaces de mirar nuestro reflejo en el espejo una vez más y sonreír porque es lo más bello que jamás hemos visto.

Por favor no me sueltes jamás, no me quiero volver a perder (tal y como dice Supersubmarina), te prometo que si accedes no te soltaré, y sólo nos perderemos a propósito por las calles de cualquier ciudad.

Déjame repetirme una vez más: te quiero, y que nadie ni nada te haga dudarlo nunca.

Remitente y destinatario: De mí, para mí.

Made Wanderlust.