Por favor, ¿cuántas veces os dan dicho aquello de: «hija, ¿cómo vas a ir de negro?»

Pues a mi mil millones de trillones de veces; y es que resulta que como somos gordas la gente parece que nos tiene lástima. «Mírala, la pobre gorda, que va de negro porque así parece más delgada». Qué triste…

Pobrecita, está triste de la vida con su bikini negro...
Pobrecita, esta triste de la vida con su bikini negro…

Yo no voy a negar el maravilloso poder que tiene el negro, estiliza y esto es así aquí y en la China Popular, pero es que igual el azul marino también y chica, a mí me gusta el negro y me horroriza el azul.

Es decir, no me visto de negro por disimular, me visto de negro porque me sale del chichi, porque me encanta, porque me parece elegante, porque me gusta cómo combina con el verde (que es mi color favorito), con el rojo y con todos los colores del arco iris.

https://www.youtube.com/watch?v=jbWw3RNSa8k

Estoy tan preocupada como ella…

Y es que para gustos… los colores y nunca mejor dicho.

Y no, para mi el negro no es triste. Es elegante. Y sí, voy de negro a las bodas porque pesa más mi decisión y mis gustos que tus prejuicios al respecto.

Pero es que además me juego el cuello a que si me pusiera un vestido de flores algún que otro licenciado vendría y me diría que me sientan mejor los colores apagados porque disimulan más.

¿Entonces en qué quedamos?

Los pesados y gordófobos que se meten en tu vida siempre van a estar ahí y les va a dar exactamente igual hagas lo que hagas o vistas como vistas.

Así que, vístete como te de la gana; ponte rayas horizontales, verticales, lunares o cuadros vichy. Elige el amarillo pollo, el rojo pasión, el verde césped o el negro. Que lo único que importe sea tu opinión cuando te mires al espejo.

Vístete para saltar con tus amigas gritando ¡viva la novia!, vístete para estar cómoda sentada 57 horas delante de un ordenador, vístete para poder tirarte en mitad del césped con tus hijos, sobrinos o primos.

Vístete para vivir y ser feliz.

Imagen de portada: Sarah Sapora