Creo que todos los que aquí nos encontramos somos muy conscientes de que este mundo nuestro, más que océanos y mares, tiene lagunas y grietas por todos lados.

No sé ustedes, pero yo desde luego no voté para decidir asentarnos y vivir en sociedad. No estuve personalmente de acuerdo con los olores del metro, los ruidos extraños en el bus, las colas interminables, el precio abusivo del café, los políticos subnormales con alguna carencia intelectual, los conflictos armados, las guerras, el hambre, las jodidas dietas, y en general, la mierda con la que día a día nos enfrentamos.

Sabemos que crecer conlleva cierta responsabilidad (¿o no, Peter Parker?) y no nos son ajenos los madrugones, los desvelos, el curro, no llegar a fin de mes, ese control absoluto que tiene el dinero en nuestras vida, la insatisfacción o el sufrimiento en todas sus variantes.

Así pues, ¿qué le queda al ser humano cuando debe hacerse a la idea de que el momento de madurar ha llegado?

Pues pasárselo por el forro.

¿Cuántas veces habéis oído eso de »desde luego, madura, que ya no tienes edad’‘? Una afirmación que me cabrea tanto como lo de ser guapa de cara.

Vamos a ver, estamos de acuerdo en que hay ciertos elementos de la sociedad (¡fuera, bicho!) para los que hace falta un mínimo de años: casarse, votar, comprar propiedades inmobiliarias que luego te quitará el banco, donar sangre, ir a la trena…

Pero existen otras cosas, las cosas chachis, como el amor, comer helados en invierno o llevar las uñas de los pies pintadas del color más estrambótico que tuvieran en la tienda, para los que los dígitos de tu edad no deben significar UNA PUTA MIERDA.

Aclarado que el mundo es un desastre y ser feliz es más difícil que pasarte el gimnasio Roca de Brock sin un solo Pokémon de Agua, ¿por qué narices nos lo complicamos? La vida es dura. La noche es larga y está llena de horrores. Si pasas de los 30 y quieres llevar el pelo fucsia con las puntas azules, es tu puta decisión. Nadie tiene derecho a mirarte mal y a considerar que no tienes años para semejante cosa.

Nadie puede encasillarte en un tipo de vida en función a las velas que hayas soplado en tu último cumple.

cual-de-estos-colores-de-pelo-le-queda-mejor-a-demi-lovato-860831

Me la sopla lo que opines. Iré a la ofi así de divina

¿Quién decreta hasta qué edad puedo hacer las cosas que me gustan? ¿Quién decide cuándo deja de ser lícito acampar en festival de rock, comprarte camisetas de Hora de Aventuras, saberte las coletillas de Futurama o reconocer capítulos de Los Simpson solo con un par de fotogramas?

¿Por qué hacerte adulto tiene que conllevar arrancarte de raíz aquello que te define como persona? En una vida con alegría esquiva, agárrate a todo lo que haga de tu día a día algo memorable, a todo lo que consiga que te levantes de la cama para currar o estudiar sin quererte cargar al primero que choque contigo por la acera.

Si te encantan los festivales manga, las camisetas de Ramones o escuchar a Hannah Montana para motivarte en el gimnasio, HAZLO. Da igual si tienes 30 tacos, 45 o 70. Y sobre todo, da igual lo que opine el resto.

Gifs-3-hannah-montana-27925540-250-140

Piensa que los años que tienes solo servirán para que se sepa qué fecha poner en tu tumba. Mientras vivas, que no te coarte un simple número. No debe haber edad para saberte el baile del Wannabe, llevar el calzado que te gusta, cantar en las fiestas del barrio, desfasar con amigos, comprar gominolas, twitear chorradas, seguir a famosos o coleccionar muñecas si eso hace que tu vida sea un poco menos miserable.

Cuáles sean tus gustos o preferencias da igual. Lo que te guste ver o escuchar da igual. Como vistas o la forma en que te peines DA IGUAL. No es de recibo comparar el ser responsable con buscar ser feliz como se pueda. Trabaja duro, pero cuando no lo hagas ¡vive como te salga de tu brillante trasero metálico!

Nadie más que tú va a asegurarse de que tengas siempre un motivo para sonreír. Así que hazlo.

No te rindas.

No todos los BacksStreet Boys se han casado.

Nunca es tarde para ser chica Disney si lo quieres.

No todas las cartas de Hogwarts han llegado a su destino.

Siempre hay otra coreografía de canción del verano que memorizar.

Los videojuegos y libros no tienen edad límite.

No eres demasiado mayor. NO LO ERES.