Después de estar de flor en flor, con 28 años decidí que me quedaba single, que lo de estar en pareja no iba conmigo y tan felz.
Con 33 años me mudé de ciudad y me apunté a una web para conocer gente (en general). Empecé a hablar con un chico sobre crear un grupo para ir a esquiar, quedamos para conocernos y concretar. El café se alargó hasta la cena. Al de unos minutos de despedirnos, me escribió diciendo que le había gustado mucho y que si me gustaría salir algún día con él. Cinco años después, tenemos una niña preciosa y estamos esperando poder traerla un@ hermanit@.
Resumiendo. Yo me emparejé con 33 y mi pareja con 41. Y lo más curioso es que los dos, lo único que buscábamos, era encontrar gente con la que ir a esquiar.