Hola bonita! Te entiendo muy bien, hay muchas diferencias en nuestras historias, pero algo que compartimos es esa lucha con una misma por ser mejor persona cada día. Yo antes era un saquito de odio y rabia con patas y no le daba cuenta de que así soloe hacía daño a mí misma. Lo que tú cuentas: pensamientos obsesivos, compararme siempre con otras personas, etc. Llevo muchos años con mi psicóloga y aún me quedan otros tantos. Tenía muchas razones para estar muy enfadada, como ella misma me hizo ver, pero también tenía muchas razones para sonreír, para ser feliz, para quererme y querer a las personas que me rodean y buscan mi bienestar y no hacerme daño.
A veces nos obcecamos con lo malo, sin ver lo bueno, por pequeño que sea. Para mí a día de hoy, salir cada mañana a dar un paseo con mi perro ya es un motivo para estar agradecida. Puede parecer una tontería, pero el simple hecho de que los dos sigamos en este mundo, de poder disfrutar del solecito o de la lluvia, de caminar hasta cansarnos… A mí me hace feliz. A mí yo de antes, probablemente le hubiese enfadado tener que salir temprano a pasear al perro, pero he aprendido a verle el lado bueno a las cosas y a disfrutar cada momento. Hay días de mierda y ratos de pensamientos recurrentes, por supuesto, pero intento que sean los menos y salir de ellos cuando puedo, respetándome a mí misma y a mis procesos.
Sé que es una putada estar cómo estás, pero piensa en el lado bueno del que hablas la final: estás en un sitio que te gusta, con probabilidades de quedarte si demuestras que has cambiado. No te centres en los demás, tienen su camino, su historia personal y con el hospital, muy diferente a la tuya. No podemos compararnos con otras personas cómo si fuésemos bricks de zumo, hay muchas variables que nos hacen diferentes. Aunque nos duela, dicen que la confianza tarda años en forjarse, segundos en destruirse y cuesta muchísimo recuperarla. Es así. Tú cometiste errores y ahora los estás enmendado. Quizás no sea justo si te comparas con otras personas, pero si solo te centras en ti y tu trayectoria con el hospital, verás que no es tan raro ni tan malo. La parte buenísima es que de verdad has cambiado y luchas cada día con tus monstruos para demostrarlo, no dejes que te venzan. Piensa que ahora aroca pasar una racha regular, pero que la final del camino te espera la vida que deseas y que todo el esfuerzo habrá valido la pena dentro de un tiempo.
Las personas cambian, somos el ejemplo de ello. Mucho ánimo y a por todas, linda!