Ah, que no va a querer ir a terapia? Pues que se vaya a la mierda.
Los niños complican la situación, pero no creo que te aten a nadie. Lo más importante es que seas feliz.
Además, la gente cambia en escasas ocasiones. Y lo hace con ayuda.
Uno no pasa de ser un mentiroso calculador infiel a ser marido perfecto en 10 meses y rechazando la terapia.