Tú y tu marido los derechos de vuestra hija os lo pasáis por el puto forro. ¿Sabes que tiene derechos que son inherentes por el simple hecho de nacer? Tiene derecho a su intimidad y a su imagen. Y además de todo eso, hay peligros en internet que no habéis contemplado. Reza para que el día de mañana esas fotos y esos vídeos no aparezcan en alguna página pedófila de la red oscura o que os demande vuestra hija por sus derechos conculcados.