Tienes que dejar que se equivoque y estar ahí para ella cuando se de cuenta de sus errores. Será madre pero también has sido adolescente y sabes que es la etapa de volverse más independiente, explorar, conocer cosas nuevas, hacer locuras y ponerse a prueba a uno mismo. Y eso es lo que está haciendo tu hija y lo que hemos hechos todas y todos. Y, como los demás, necesita equivocarse, porque solo así se aprende, no metidos entre el regazo de nuestra madre, no escuchando consejos (mis circunstancias no son iguales que las tuyas, y viceversa), que, aunque a veces pueden estat bien, no deben condicionar la autonomía del otro y su derecho a vivir experiencias nuevas y aprender de ellas.
Y estar ahí para cuando el mundo le sea demasiado, o necesite un descanso, o cometa un error, en definitiva, para cuando necesite un hogar. Así no serás ninguna enemiga que le quiera imponer y amargar la vida, sino un refugio al que acudir cuando lo necesite.
A mí mi madre me dejó libertad para experimentar, me equivoqué en algunas cosas (está claro, como todo el mundo), aprendí de ellas y las cambié por otras mejores, y siempre pude recurrir a ella cuando había metido la pata o me había hecho daño, y nunca me recriminó nada ni me intentó dar lecciones, sino que me apoyó y animó a mejorar.
Y lo hice. Solo es posible mejorar cuando conoces los contras.
Ánimo!