Soy vegana y entiendo tu cabreo, seguramente yo también hubiera actuado así. No obstante, creo que llevartelo sería una buena opción. Puedes venderlo aunque sea a un precio muy inferior y con lo que saques te compras unas cuantas cosas veganas y se las enseñas, para que la próxima vez no se vuelva a «equivocar». Tambien puedes donarlo a un comedor social, como dicen por ahí, o coger el dinero que saques y lo donas a un santuario o refugio.