Si no estás segura de querer interrumpir tu embarazo, sigue con él, porque aunque cuando nazca ya no lo quieras en tu vida, siempre estás a tiempo de darlo en adopción, por ejemplo.
Sobre el padre, si tan preocupado está ahora por el destino de su esperma, que se hubiera cuidado más desde el principio. Si le pesa, que le pese. Pero eso ya no es tu problema.
No cargues en tu conciencia con sus mierdas. Haz lo que tú creas correcto para ti.