Lo que hoy os voy a contar es bastante íntimo, pero necesito compartirlo para echarnos unas risas entre todo y por lo menos sacar algo positivo de esta historia.

Hace cosa de unos meses, en plena ola de calor, yo estaba con mi ex (dato importante) en casa. Nuestra vida sexual era bastante plana por no decir nefasta, pero lo que sucedió ese día se lleva la palma. Mi testimonio no resultará muy alentador para todas aquellas que estáis lidiando con una pareja sexualmente inactiva, pero bueno, este es mi caso.

Siempre tenía que ir detrás de él para racanear un polvo mediocre en la mismísima postura todas las veces y la fiesta se acababa en cuanto el se corría. Aun así yo seguía detrás de él como si fuese una adicta a la heroína, queriendo innovar e intentando añadir algo de gracia a nuestra vida sexual pese a sus negativas.

‘El día del incidente’ -me gusta llamarlo así para darle dramatismo- le quise practicar sexo oral y  aceptó. Él se conformaba con unos minutos de misionero una vez al mes, una mamada era la novedad suprema. Total, que se tumbó y yo me puse encima. Empecé a lamer cuando de repente soltó:

‘Para, que estas usando mucha saliva y me da asco.’

Imaginaos mi cara cuando soltó ese comentario. Chico, si quieres me paso un secador por la lengua para dejarla como la de un gato y te la chupo.

Mira que hay motivos para quejarse en una mamada… Demasiados dientes, hacerlo muy fuerte, hacerlo demasiado suave, yo qué sé, pero ponerse tiquismiquis porque estaba usando mucha saliva me pareció surrealista.

Finalmente lo dejamos porque todos nuestros problemas sexuales me desgastaron psicológicamente y esta experiencia tan traumática me llevó a una reflexión: el sexo es sucio.

Se mezclan todos los fluidos que te puedas imaginar: saliva, sudor, fluidos vaginales, semen, sangre menstrual, restos de orina y hasta si me apuras algo de caca si visitas la puerta de atrás sin previo aviso. ¿Y sabéis qué? Que no pasa nada porque es sexo. No es el momento de ponerse en plan maníatico de la higiene, sino de disfrutar y darlo todo.

Follad, reíd, sudad y mojad vuestros cuerpos con lo que queráis mojar, y si la suciedad os molesta follad en la ducha pero no os pongáis quisquillosos.

Atentamente: una chica con mucha saliva.