Pasan los años y todos acumulamos una maleta llena de historias y de decepciones. Quien más y quien menos ha tenido algún desengaño, ha vivido alegrías y tristezas. Todos hemos dejado a alguien con todo el dolor de nuestro corazón (o sin ninguno) y a todos nos han dejado alguna vez y hemos pasado por ese sufrimiento.
Cuanto más pesada es tu maleta más crees que va a resultar imposible que te vuelva a ocurrir, que vuelvas a sentir esa sensación de mariposas en el estómago y que vaya a aparecer esa persona que te ponga todo tu mundo del revés. O lo que es peor, más miedo tienes que te ocurra, por lo que pueda pasar. ¿Y si no sale bien? ¿Y si me vuelven a romper el corazón? ¿Y si tengo que volver a pasar por eso? ¿Y si…? – Ayy los “y si…y si..”!!
Pero pese a todas esas decepciones, yo que no he tenido demasiada suerte en mis relaciones pero que soy una romántica empedernida, no dejo de creer en el amor. Quizá me haya vuelto más escéptica, quizá un poco más desconfiada…desde luego mucho más cínica, pero todavía creo que merece la pena vivir ese LO QUE SEA aunque solo dure un instante, y estas son mis 10 razones:
1.- Porque lo que se siente cuando se está enamorado no es comparable a nada más en el mundo. Y además cada vez es diferente y especial de una forma distinta y maravillosa.
(Y te da exactamente igual la cara de idiota que se te queda todo el día).
2.- Porque con cada historia pasada que fracasó, nos hemos convertido mejores personas y más capacitadas para amar más y mejor.
3.- Porque sin riesgo no hay gloria, y quien no arriesga…no ama.
4.- Porque todavía hay gente que merece la pena. Y hay millones de personas igual que tú, deseando amar y ser amadas.
5.- Porque lo mejorcito está aún por llegar. Crees que te has topado con lo peor de lo peor y que con la suerte que tienes jamás encontrarás algo que valga la pena y, de repente, de la nada, ¡BOOM!
6.- Porque es muy bueno, después de haber pasado tanto tiempo solo y conociéndote a ti mismo y haber estado trabajando por mejorar personalmente, poder dar la mejor versión de ti cuando llega una persona dispuesta a conocerte y valorarte.
7.- Porque te hace mirar más allá de tu ombligo: conocer a una persona que viene de un mundo diferente a ti te ayuda a ver las cosas con otros ojos, a valorar cosas que antes ni si quiera mirabas.
8.- Porque hay que querer volver a ilusionarse. SIEMPRE merece la pena.
9.- Porque vivir consiste en eso, en enamorarse, tropezarse, levantarse…y si sale mal, saldrá mal, pero ¿y si sale bien? ¿Querrías haberte perdido vivirlo?
10.- Porque cuando por fin encuentres a ESA persona, todo lo demás habrá valido la pena y sabrás que todo sirvió para enseñarte algo y prepararte para ESE momento.
