Hace unos meses mi chico y yo decidimos empezar a investigar sobre los locales de sexo grupal, orgías y swingers. Al principio empezó como una fantasía, pero a más leíamos, más nos interesaba. Sobre todo, yo quería conocer experiencias para decidir si era un sitio divertido, seguro y tan guay como lo pintaban, o si lo mejor que podía hacer era huir.  Ganó la primera opción y este verano me animé: fui a una fiesta de sexo en grupo.

Le pedí consentimiento a algunas de las chicas que conocí por Internet y que me contaron sus experiencias para compartir sus historias y de paso me animo y os cuento también la mía.

Hay de todo, no os asustéis. Sólo quería reflejar en este artículo que podéis encontraros experiencias brutales y otras que bueno, no son tan maravillosas. Si os estáis pensando probar el sexo grupal os animo a que lo hagáis, porque es una experiencia que todos deberíamos probar al menos una vez en la vida.

  1. “Me dio la mano un tío que estaba como un tren y acabé haciéndole una paja”

Fui a un local de orgías con una amiga. Aunque no me atraen las chicas, ninguna de las dos teníamos pareja y nos apetecía probar. Llegamos, tomamos una copa y nos dimos un paseo por el bar. Al principio estábamos de piedra, como cuando ves un accidente y te quedas mirando por puro morbo. A más tiempo pasaba, más cómodas estábamos, y de repente cada una estaba en una punta del local. No sé qué haría ella, pero a mí me dio la mano un tío que estaba como un tren y acabé haciéndole una paja. Sí, no es gran cosa, pero por algún sitio hay que empezar. Fue mi primera vez y ahora estoy mucho más “suelta”.

  1. “Sin casi darnos cuenta yo estaba comiéndole todo a nuestro amigo mientras mi novio me follaba”

Un día hablando con unos amigos con los que tenemos confianza, nos contaron que solían ir a locales de swingers y de sexo en grupo. Al principio flipamos mucho, pero la idea nos empezó a intrigar más. Total, que un fin de semana hicieron una fiesta con algunos amigos de estos locales y como sabían que estábamos intrigados nos invitaron para mirar o lo que surgiese. Tras mucho pensarlo, nos animamos y fuimos.

Me sorprendió que el sexo no empezase de golpe, porque nosotros llegamos y estaban bebiendo vino y comiendo algo de la manera más normal del mundo. Todo surgió poco a poco, y sin casi darnos cuenta yo estaba comiéndole todo a nuestro amigo mientras mi novio me follaba. No os imagináis la liberación, excitación y placer. Fue una verdadera pasada.

Y sí, el sexo es completamente seguro. Ah, y nuestra relación está mejor que nunca (y nos seguimos llevando con esos amigos incluso más que antes).

  1. Solo había visto eso del squirting en el porno, pero oye, estuvo genial.”

Yo suelo ir a estos locales con mi follamigo. Normalmente vas, te tomas una copa (o lo que quieras) y si te gusta alguna pareja educadamente empezáis a hablar con ellos. Si la cosa fluye, pues os vais a una sala más íntima.

Había una pareja de chicas que nos gustó desde que las vimos entrar. Nunca lo habíamos hecho con dos mujeres, así que estábamos un poco nerviosos (sobre todo yo). El caso es que a ellas también les gustamos y acabamos montándonoslo a lo bestia. Fue tan intenso que una de ellas eyaculó en mi cara. Yo solo había visto eso del squirting en el porno, pero oye, estuvo genial.

  1. “Juro que me sentí como una mamporrera”

Menos mal que cuando algo me sale mal me gusta seguir intentándolo, porque una de mis primeras experiencias fue HORRIBLE. Recuerdo que fui con mi ahora exnovio a un local de Madrid y como ya probado antes, él estaba súper cómodo y seguro. Yo no tanto. El caso es que me vi sola, acariciando a desconocidos y tocando sin que nadie me hiciera nada. Juro que me sentí como una mamporrera.

  1. “Nos lo empezamos a montar él y yo solos, sin prisas y disfrutando.”

Lo que más me sorprendió en estos sitios es que el ambiente es super cómodo, estás muy a gusto y la gente es atractiva (obviamente esto es algo muy subjetivo).

Para superar los nervios, mi novio y yo nos tomamos unas cuantas cervezas y nos fuimos a una salita donde había más gente manteniendo relaciones. Nos lo empezamos a montar él y yo solos, sin prisas y disfrutando. Al rato una pareja empezó a hacerlo al lado nuestro. Empecé a mirar al chico en cuestión, que me estaba comiendo con los ojos. Era súper excitante. La chica empezó a acariciarme mientras seguía follando a su pareja, y eso puso a tope a mi chico.

Fueron todo miradas y caricias, pero para ser la primera vez me encantó.

¿Y tú has probado alguna vez el sexo en grupo?