Todas estaremos más que de acuerdo en que el sexo (bien hecho por supuesto) puede ser muy placentero, divertido, orgaaaasmico, guarrete… yo que sé, lo que se os ocurra a vosotras ¡y más!, pero en ocasiones pueden a parecer ciertos miedos o inseguridades que rodean a esta práctica.

Estos miedos y dificultades son más comunes de lo que pensáis, y todos tienen solución no os preocupéis, si te sientes identificada con alguno de ellos que sepas que no estás sola.

 

1. Miedo a la penetración, Es el más extendido y el más frecuente, ya que todas en algún momento hemos experimentado un dolor leve o una gran molestia en nuestro querido parrús al tener una penetración. Esto puede estar causado por una tensión de los músculos si me encuentro nerviosa, mi vagina no está lubricada lo suficiente, no estoy lo suficientemente excitada y mi vagina no está preparada para que la empotren de mala manera, etc.

2. No saber usar el pene, y diréis What?? Pues si amigas mías, todas sabemos cómo es un pene, hemos visto miles y miles (ya sea en directo o por internet) pero a la hora de tener uno en la mano hay veces que nos entran la angustia y no sabemos qué hacer con el: si menearlo cual zambomba o atragantarnos con el hasta que nos entre una arcada. No solo ellos tienen miedo de no saber darnos placer, nosotras no nos quedamos atrás.

3. Que me huela el parrús, si hijas mías, cada vez que te vas a la cama con un tío se te cruza por la cabeza eso de ummm ¿me habré limpiado bien?, me olerá a heno de pravia o a la pescadería del mercadona. Y claro ya tenemos desconcentración al canto y una inseguridad que al pobre muchacho no le dejas ni que se acerque a darle unos buenos lametones. La vulva tiene un olor y por algo es, ya que ATRAE , así que dejaros de perfumaros como locas porque no es necesario.

asco

4. Aparición de la regla en el momento menos oportuno, oy oy oyyyy pensareis alguna, ¡Yo me muero de la vergüenza! Porque claro nosotras que tenemos control 100% absoluto sobre nuestra amiga de rojo, sabemos siempre exactamente cuándo va a aparecer ¿Verdad? Y una mierda, pues va a ser que no. Así que amigas mías si en medio del acto aparece nuestra amiga, NO PASA NADA. Cambiad de práctica sexual si el oral no es lo que más os apetece en ese momento o como dicen los sabios “ Un buen guerrero no teme manchar su espada de sangre por su dama”, ¡pues ale!

5. Que me vea desnuda, porque claro todas hemos visto esas escenas de sexo en las películas, donde ella tiene una piel de mármol, ni un maldito pelo, las estrías y la celulitis ni les suena y con cada movimiento que hace es más sexy que antes, y luego claro te pones tú y te comparas con ella y dices, me va a ver desnuda su puta madre. Aquí querida estás perdida si caes en el error de comparar tu cuerpo con las demás, y sobre todo te hará no estar pendiente del placer y el deseo.

Olvídate de complejos estúpidos, le vuelves loco y por eso está en la cama contigo, ni más ni menos.

6. No estar depilada, ejem ejem, esa típica cita a la que vas (de digna porque tú eres muy digna) y dices por mis ovarios que hoy no me depilo así no caigo, ¿y qué pasa unas horas y unas cerves después? Pues que caes amiga mía, caes como hemos caído todas, porque el chico te pone, te divierte, te tiene las bragas mojadas desde hace 2 horas y tu quieres ñaca ñaca. Pero que pasa, que no vas rasurada cual barbie, y ya te entran los siente males. Relax chica relax, si ese chico no se quiere acostar contigo porque no estés bien depilada, ya sabes que le tienes que mandar a su casita con viento fresquito y a otra cosa.

Ahora si el chico tiene dos dedos de frente, probablemente ni se de cuenta o le importe más bien poco.

 

7. Ventosidades o ganas de ir al baño, esta la dejo para la ultima porque es mi preferida (una que tiene el colon irritable sabe de lo que habla), y es que claro, te vas de cenita romántica y comes como una CERDA, porque vais a un sitio donde todo está buenísimo y encima lo acompañamos con cerveza o coca cola (bien de gas oh si nena) y claro después queremos chuscar… Y que pasa en ese momento, que con todo el movimiento y no haber hecho la digestión te dan unas ganas de tirarte un pedete que no son normales. Si tienes confianza con el chico, por tu salud TÍRATE EL MALDITO PEDO, no hace falta que sea en su cara puedes ir al baño, porque como te lo aguantes…. Siento decirte que esta pérdida amiga mía.

 

Todas nos sentimos identificadas con alguno de estos puntos (o con todos), por eso lo mejor es tomárselo con naturalidad y calma. La confianza es la clave del éxito en todos estos caso, por eso perdámosle el miedo a estas situaciones, aprendamos de ellas y si salen mal al menos nos echamos unas risas.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y en terapia de pareja, [email protected]