Amigas, hoy vengo a contaros la anécdota de mis últimos tiempos, la mejor anécdota del mundo, quitando cuando Armstrong le contaba a la gente que había llegado a la luna…

Vengo a contaros mi última experiencia con un chico (hombres, claro, ¿qué sino?).

Resulta que conocí a un chico por una aplicación de esas tan de moda (pero no, gente, que no es Tinder, que esta es mejor!!!).

La cosa es que nos gustamos y estuvimos tonteando durante días y días y yo me hacía la tonta porque no me apetecía mucho quedar con él por algún extraño motivo oculto que no consigo entender, porque el chico era tan guapo que dolía…

Por fin me convenció para quedar y todo iba genial, el chico era un encanto pero ya me había dicho que él era muy vergonzoso y no iba a intentar hacer nada… Y yo pensé para mis adentros, si de aquí quiero que salga algo provechoso voy a tener que lanzarme yo al abismo y que sea lo que tenga que ser.

El chico, quiero pensar que con los nervios, no paraba de hablar y a mi me estaba calentando la cabeza cuando lo que tenía que calentarme era otra cosa, así que cuando ya no aguanté más la charla sobre coches le planté un pedazo de beso de los que quitan el hipo, uno de esos que te dejan loco, porque yo lo sé que me lo dijo él.

La cosa es que él me correspondió y seguimos y seguimos y la cosa terminó donde vuestras cabezas os están indicando, en mayor o menor medida.

Hasta aquí todo genial, la anécdota divertida viene al día siguiente cuando hablando con él me suelta que fui muy a saco… Si, señoras, fui muy a saco, casi le violo por decirlo de alguna manera, pero yo no noté que se resistiese ni que dijese nada que se pudiese interpretar como una objeción, pero yo fui muy a saco…

Ya os podéis imaginar la cara que se me quedó leyendo cuando me puso eso… Y la remató diciendo que era muy bruta. ¡Lo que me faltaba por ver amigas! Ahora a las chicas que nos lanzamos nos llaman BRUTAS.

Siempre se me habían quejado por quedarme corta o por todo lo contrario a esto y ahora resulta que soy una estrella del porno y yo sin saberlo.

Y pensar que me ha sentado hasta bien y que estoy, incluso, halagada por lo que me ha dicho, creo que tengo un serio problema…

Ver para creer amigas!!!

Firmado:

Carmen C.