Hola a todas las lectoras y lectores de este blog. Después de leer (de historia de amor a pesadilla) y (no estoy preparado para ser el novio de una gorda), he decidido contar mi caso personal.

Hace ya años, en un día de otoño tuve contacto con un chico por Internet. Al cabo de unas semanas, nos dimos el correo para hablar por Messenger y estuvimos muchas  noches escribiéndonos de nuestras cosas, teniendo él 25 años y yo había cumplido ya los 18 y viviendo los dos muy muy lejos, aunque en el mismo país.

Le contaba sobre mi día a día y él me decía los viajes tan guays que hacía a veces con sus amigos por Europa, algo que me gustaba mucho ya que adoro viajar. De esa amistad pasó poco a poco con indirectas por parte de él: me mandaba cada noche imágenes de ramos de rosas hasta que un día me dijo que pensaba llevarme con él a uno de sus viajes, llegando finalmente a decirme que esos ramos de rosas virtuales me los quería dar en persona y que quería estar conmigo.

Yo tuve una adolescencia un tanto difícil en la que nunca tuve ni siquiera un rollete, así que esto me iba mostrando algo nuevo para mí. Un chico que aunque no sea Brad Pitt, te parece atractivo y al ser unos años mayor, algo más estable que los de tu edad, que busque algo más serio y que no se ande con medias tintas, ¡todo un acontecimiento!.

Descubres que alguien te puede querer, que no eres tan horrible como pensabas. Te dice que te apoya cuando le cuentas tus cosas, que algunas eran bastante malas. Aunque había cosas que me incomodaban por su parte, puesto que nos mandábamos fotos, él alguna vez me pidió alguna desnuda en la que me insinuase, a lo que yo pasé

Estuve así con él durante más o menos un año, pensando en que él podía ser mi posible novio. Incluso una vez me dijo que vendría a verme, pero siempre cancelaba al final.

Un día, por enlaces al ser mi contacto de Hotmail y tener ambos el mismo servidor de email, accedí a su Windows Live Spaces, una web ya desaparecida que era una mezcla de blog y Facebook. Vi sus post, hasta que descubrí una carpeta de fotos en las que aparecía una chica bastante más mayor que yo. Pensé en un principio que podía ser su hermana o su prima, pero que averiguando más, indudablemente era su pareja.

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Fui viendo sus fotos, una a una: ellos en la Universidad, en Carnaval, besándose tendidos en una cama, incluso una reciente estando en mi ciudad.

El día siguiente de descubrir el (pestilente) pastel se lo dije, y acabamos discutiendo. Al principio me dijo que era una “amiga especial” pero luego al decirle que ya llevaba años con ella y que yo no podía ser el “juguete” de nadie, se fue volviendo peor, y él, lejos de admitirlo, se metió más conmigo y me dijo cosas mucho más fuertes. Y las cosas que le dije sobre mi misma, en las que me “apoyaba” antes, las volvió todas en contra de mi, incluso metiéndose con mi físico, diciendo por ese motivo que iba a acabar sola, porque nadie así me quería, menos él y que tenía que aceptar lo que me daban, o mejor dicho, lo que él me daba.

Y me di cuenta que él de mi no quería amor, ni siquiera me tenía un mínimo de aprecio como persona, sino solo sexo y al ser bastante más joven que él me podía manejar a su antojo. Acabé completamente destrozada esa tarde, escuchando en bucle “The Best of You” de Foo Fighters, llorando en mi habitación. No volví a tener contacto con él.

Lo duro es que veía que la situación no era justa, que él ganase estando con alguien, y yo estaba bastante segura que su “amiga especial”  no sabía nada de nada. Además de que te quedas completamente dolida, personalmente quería que fuese al contrario de lo que pasaba, que él estuviera absolutamente solo en la peor de las miserias mientras que yo hubiese tenido un polaco empotrador estilo Darek.

Lo peor de todo esto es que además si eras desconfiada e introvertida de por si, te vuelves aún peor

Pero aprendí tres cosas:

  1. Ten mucho cuidado con las relaciones a distancia por Internet, y mucho más aún si las comienzas así. Nunca, nunca sabrás si él (o ella, ya que hablo desde mi perspectiva heterosexual) tiene pareja o incluso sus rollos, mientras a ti te va diciendo que eres lo mejor que le ha pasado en su vida, que eres guapísima u otras cosas aduladoras.
  1. Ten cuidado de mandar fotos sexuales/sin ropa, es más; yo nunca las mandaría. Sé que tendrás el ambiente muy caldeado y te molará que tu ciberpareja te desee, pero yo no lo hice (aunque me lo pidieron, desnuda, de cuerpo entero) y me siento tranquila en ese aspecto, ya que nunca sabrás donde acabarán y no es nada agradable.

Ese tío que te diga “va, no seas tímida” “No me seas estrecha, muéstrate desnuda para mi” “quiero ver ese cuerpo tan bonito que tienes” es capaz de reírse sobre ti con sus amigotes y propagar tu fotos en foros y redes sociales llamándote “puta” “calienta pollas” u otras lindezas, aunque en si ni siquiera hayas tenido nunca relaciones sexuales (recordad que todo esto que os estoy contando me pasó cuando yo era virgen).

  1. La edad no te demuestra nada en sentido de madurez. Claramente en este caso ese gilipollas me quería utilizar, teniendo todo a su favor para su “idea”, su pareja y algún rollo más (la que cayese) para satisfacer su ego.

Esto me hizo sufrir mucho, reconozco que me ha vuelto bastante desconfiada, pero también que he aprendido bastante

Hay que buscar a alguien que te aprecie de verdad. Aunque eso no salga de buenas a primeras y hay veces que lo pueda parecer, pero ten en cuenta esto: no te guíes por sus palabras y las cosas que te vaya diciendo, sino por sus actos. 

Autor: Alicia Garcia Arenas