No, no es una exigencia, no es una orden. Es una necesidad. Necesito vivir aquí y ahora. No en el pasado, con el “y si hubiera dicho/hecho…” ni en el futuro, con la incertidumbre y la ansiedad que me genera.
Pero más importante es ser consciente de lo que SOY y lo que TENGO aquí y ahora. De lo que puedo ofrecerte, de las herramientas y recursos de los cuales dispongo, de mis fuerzas y mi ilusión. O de mi cansancio y mi vulnerabilidad.
No estoy aquí para satisfacer tus exigencias, no soy un súper abierto las 24 horas para que entres y te sirvas lo que necesitas. A veces mis “estanterías” están faltas de género. Respétalo. No puedes coger algo que no tengo aquí y ahora. No puedes enfadarte porque no tengo lo que quieres y/o necesitas. Vuelve mañana, quizás ya haya podido reponerme… o no. Si tienes prisa por llenar tu almacén, quizás tengas que recurrir a otra persona, que en su aquí y ahora, pueda compartirse contigo.
Pero no puedes exigirme que tenga para ti lo que tú quieres, lo que tú necesitas. No me llames egoísta si no te lo doy. Pregúntame antes si lo tengo, pregunta antes de entrar y arrasar, porque si no lo haces, puede que mis puertas se cierren por falta de existencias.
Ya me cansé de oír frases como “no me das lo que necesito”. Pero, ¿qué es lo que necesitas? ¿alguna vez me lo has dicho? A lo mejor esperabas que yo lo adivinara así, por ciencia infusa. Pues no. ¿No valgo en mi aquí y ahora, que si no te doy exactamente lo que me pides, ya no te sirvo? En ese caso, amigo, amiga, sé feliz y continúa tu camino, que seguramente no sea el mismo que el mío.
Ya lo siento, pero no puedo compartir mis proyectos, mi día a día, mis risas y mis cervezas con personas que continuamente me hacen cuestionarme si soy suficiente para sus tiempos y momentos, sin ser consciente realmente si estoy siendo responsable para conmigo en mi lugar y en mi momento, en mi AQUÍ Y AHORA.
Ángela
