Hola.
Hoy te escribo para decirte que eres lo puto más. De verdad. Vengo a decírtelo porque se te olvida la mitad del tiempo, joder, y eres muy lo más como para que te sientes tan lo menos.

Como hoy.

Y es que hoy quizá te sientas como una mierda en el zapato. Una estatua inmóvil a merced de las palomas. Una cosa escatológica, vamos, de esas que te hacen fruncir la nariz y morirte del asco.

Quizá hoy te estés preguntando a dónde coño vas. Si merece la pena seguir viviendo ahí, si debes seguir matándote por ese curro, si de verdad esta vida que tienes es aquella que soñaste. Quizá hoy te hayas dado cuenta de que hace tiempo que no sueñas. Y es raro, porque las noches son cada vez más largas.

O quizá no estés del todo trascendente y hoy sólo sea de esos días en que todo te sale mal. Los vaqueros te quedan horrendos, tus selfies no merecen subirse, no tienes pasta en el banco pero tienes todos los granos; hay un calcetín rojo en la colada blanca y esa promesa de un “te llamo” no llega nunca, no va a llegar.

Quizá no tengas tiempo para leer esta carta.
Te prometo que serán sólo dos minutos más.

Y es que quizá hoy te sientas sola. El chico que te folla responde poco y llama cada vez menos; el chico que te quiere, te quiere, pero no quiere nada más. Los amigos están hasta arriba, se te acaba la gente en la agenda y tu terapista no te da hora, joder. Como si se te escurriera el mundo entre los dedos. Como si todo no fuese más que viento y arena.

Quizá hoy te sientas un poco fracaso. Porque eres de las que siempre ordena pero nunca nada está ordenado. Porque quieres hacer y te quedas en el deseo. Porque el vaso siempre está medio vacío y cuánto te cuesta llenarlo, cuánto.

Quizá hoy te sientas así. Venga, ponte el pijama y hazte bolita en el sofá si te apetece. Pero no te vayas del todo, porque más tarde o mañana (o pasado) pasará lo inevitable:

Te llamarán a medianoche porque tus consejos vienen siempre de puta madre
Tu perro se hará pis de la alegría al verte después de tiempo
Tus amigos te harán una fiesta sorpresa, porque sí
O tus padres te recogerán del aeropuerto (¡Esas caras! ¡Ese abrazo!)
Alguien se referirá a ti como su mejor amiga
O se cancelará la cena de los jueves (tía, no podemos hacerla sin ti)
Te tomarán de la mano, así, sin venir a cuento
O te dirán gracias. Gracias, y punto.

Ninguno de estos es un momento poético, pero es que casi nada en la vida lo es. Son sólo esos instantes sueltos, aleatorios, que te reinician forzozamente cuando todo en la vida se te ha colgado. Pantalla de inicio nueva, contraseña y bienvenido, para recordarte que no sólo eres lo más: que eres lo puto más.

Aunque hoy mismo te sientas lo menos, aunque todo eso.
Tú creéme.
Estate atento a cuando lleguen: te juro (por mi vida) que bastan.

https://www.youtube.com/watch?v=BJp2VhG5ZPM