Créeme que yo te entiendo. Y sí, he pasado por lo mismo. Pero volver con tu ex no es la solución.

Quizá ahora esa vocecilla que oías en tu cabeza haya sido tapada por el volumen tan alto con el que late tu corazón pero reina, que no se te nublen los sentidos.

Por el motivo que sea ya no estáis juntos. Puede que haya sido decisión de él, o tuya. Quizá hubiera terceras personas, quizá la distancia hizo mella o quizás simplemente no funcionaba.  Eso ya no importa.

Ahora probablemente estés a vueltas con la preguntita “¿Y SI…?”. ¿Quién no se ha hecho nunca esa pregunta? Cuántas veces hemos pensados supuestos hipotéticos alternativos cuando al final, el único mantra que funciona es que todo pasa por algo en la vida.

En ocasiones confundimos las segundas, terceras o incluso cuartas oportunidades con volver al pasado. Sin embargo se nos olvida lo fundamental para distinguir estas dos situaciones: que una oportunidad implica un esfuerzo por alguna de las partes.

No debes volver con tu ex sólo porque te sientas sola, porque antes estabas más cómoda en tu zona de confort, porque antes no era tan malo y ahora es mucho peor. A veces se nos olvida que tener miedo es una reacción natural, que es lo que nos hace no ser unos inconscientes. Todo lo nuevo y desconocido siempre da miedo. Piensa en el primer día de colegio y como estabas deseando volver a casa con tus padres. Ahora imagínate que en lugar de haber entrado en clase, hubieras dado la vuelta y te hubieras metido en casa a escondidas. ¿Habrías logrado algo de todo esto? Impensable. La vida es para los valientes.

 

Sabina ya lo decía en su canción “Peces de ciudad”: Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar volver. Y es que todos, aunque lo hayamos pasado mal, en una especie de masoquismo pero con gustito, intentamos volver a los mismos lugares, mismos olores y mismas costumbres, que en su día nos hicieron felices. ¿Y qué conseguimos? Un sentimiento raro entre tristeza y vacío. Algo así como cuando tienes hambre pero te da pereza hacerte un bocadillo.  Pero que dista mucho de lo que es ser feliz.

Y créeme que te entiendo. Entiendo como duele ver una cama vacía, como cuesta no oír risas, que no sea igual ver una película en un sofá un sábado por la noche… Lo entiendo porque yo también lo he vivido. Y probablemente llores o te encabrones, yo que sé. Y cogerás el móvil Y buscarás cualquier excusa para escribirle. Pero te aseguro que volver con tu ex no te hará feliz.

Si quieres volver con el que sea por principios. Porque lo tienes claro, porque ha habido evolución, porque hay un esfuerzo por ambas partes, porque quien no arriesga no gana (pero tampoco pierde).

Sin embargo en todo este dilema de si volver o no con tu ex, nos estamos olvidando de la parte fundamental en la ecuación:. Ahora puedes invertir todo tu tiempo y tus ganas en ti, que eres un valor al alza. Párate a pensar: ¿qué necesito para ser feliz? Y si en esa respuesta surge su nombre, entonces sí.