Hace tiempo que estoy soltera. Un par de malas experiencias me hicieron retirarme del mercado en cuanto a novios se refiere, pero eso no quita que no haya tenido mis rollos y haya conocido a diferentes personas. Claro está.
Cada uno de ellos dejó algo en mí. Buenos momentos, risas pero sobre todo muchas ganas de no tener pareja en un largo tiempo. Aún con todo lo que aprendí de cada una de esas nuevas personas, creo que yo dejé mucho más en ellos de lo que ellos mismos me aportaron a mí (como un amigo me dijo soy la p*** ama de la modestia).
Resulta que al poco tiempo de dejar de tontear conmigo; cuando uno de los dos (o a la vez), nos damos cuenta de que eso no va a más, pasa lo siguiente: se enamoran, pero no de mí, obviamente. Consiguen pareja, se van a vivir juntos e incluso se casan. ¿Soy o no soy un talismán del amor?
Mi “talismanismo” es un tema recurrente en las tardes de cafés con las amigas. Es más, hasta hemos pensado en patentar mis habilidades para espantarlos a todos y hacer que caigan a los pies de la próxima que pase. ¿Quieres encontrar pareja próximamente? Sal conmigo. Te aseguro que después de dejarlo el amor llamará a tu puerta.
Por eso, creo que no está de más hacer un llamamiento a los hombres guapos y solteros del mundo (sí, me he vuelto exquisita y creo que también me merezco a un buen maromo de vez en cuando). Si quieres cambiar tu situación sentimental ponte en contacto conmigo. Hasta la fecha podemos asegurar un 98% de eficacia (ese dos por ciento, está en paradero desconocido, pero estoy segurísima de que deben estar disfrutando de sus respectivas lunas de miel en alguna isla paradisíaca).
Así que chicas, ya sabéis si queréis conquistar a alguno, presentádmelo, y después, una vez me hayan dejado tirada como una colilla, apareced como quien no quiere la cosa. Ese hombre será vuestro para casi siempre. (Los para siempre me parece que duran demasiado tiempo).
