En las relaciones de pareja y, en general, las relaciones humanas hay muchos clichés y cuando alguna se sale de ahí te planteas si es que no es normal o qué estás haciendo mal. Desde que las amigas tienen que estar siempre presentes y constantes y no perderse absolutamente nada, a que el amor en pareja cuando es real es idílico y todo fluye o es tormentoso y pasional, un tira y afloja constante.

Pues permitidme que os diga que también hay amigas estupendas a que por cosas de la vida ves menos. Y van súper liadas y no pueden estar llamando constantemente pero se mandan chorradas por whatsapp que saben que te van a gustar, y las 2 veces al año que os veis os ponéis al día y os lo contáis todo como si os hubierais visto ayer. También os voy a decir que la vida en pareja es complicada y la convivencia no es un camino de rosas. Y que si tu amor es tortuoso, mejor dile adiós.

¿No os sentís un poco mejor ahora sabiendo que lo vuestro entonces no es tan raro?

Por lo que respecta a la pareja, tanto si convives como si no, vas a tener discrepancias. Vas a tener días de mierda que por mala suerte trasmitirás en casa y que si la otra persona también lo tiene, puede haber un desencuentro por las cosas más chorras del mundo.

Que todos tenemos nuestras cosas y nuestras manías, lo que lleva a roces y discusiones. ¿Eso significa que tengáis que estar todo el día discutiendo? ¿Justificar mal humor constante? ¿Faltas de respeto? No. Nunca. Tendemos a llevar las cosas al extremo y decir que es normal discutir a veces con tu pareja no significa que estéis todo el día como el perro y el gato, que os gritéis u os faltéis al respeto, que nunca os entendáis…Si es eso lo que sucede, repito lo de siempre: a otra cosa, mariposa. Que una relación tiene que hacerte feliz (que no depender de ello para ser feliz, no malinterpretemos), no tenerte amargada.

Y dicho esto, si tenéis discusiones sobre no cambiar el rollo de papel de váter cuando se acaba o a quién le toca poner la lavadora; si a veces tienes un día flojo o las hormonas revueltas y te molesta que no estén por ti lo que querrías y acaba en morros; si no os ponéis de acuerdo con qué hacer ese finde, si salir o quedarse en casa, y un largo etcétera. Tengo noticias: nos pasa a todos. Y no significa que no os queráis, que si no estáis de acuerdo en todo y sea todo mágico 24/7 es que no es tu media langosta y que no tenéis futuro. Lo más normal entre las personas que tienen contacto continuo y con las que se comparten muchas cosas es que al final haya tensiones. Además, todos sabemos que con alguien igual al 100%, con los mismos gustos y exactamente el mismo carácter, te aburrirías. Al final te acaban aportando mucho más personas que tienen gustos, aficiones y ciertos puntos de vista algo diferentes al tuyo. Y en consecuencia, va a haber algún pequeño choque.

Muchas veces tendemos a pensar que las cosas son blancas o negras. Conmigo o contra mí. Pero hay muchos tonos y matices. Va a haber momentos de dudas, igual que momentos de pensar que no puedes estar más enamorada. Y entre medio momentos de cariño, ni igual de pasionales.

Por último, nunca te compares con el resto de parejas a tu alrededor. Bueno, en general, con nadie. Pero hablando de relaciones, NINGUNA es igual. Ni mejor, ni peor. Cada una tiene sus roles, gustos y rutinas. Habrá quien te diga que todo es genial y maravilloso y que están de acuerdo en todo. ¡Pues bien por ellos! Pero vaya, en general no va a pasar. Tampoco dejes de exponer tu opinión y decir lo que piensas por miedo a discusiones o enfados, porque ahí sí que veo más riesgos de acabar tragándote los enfados y los reproches, y cuando eso se acumula puede acabar estallando todo y sin vuelta atrás. Así que no te agobies si discutís, siempre desde el respeto, y piensa que luego llega la reconciliación (guiño, guiño). La comunicación y hablar las cosas siempre es mejor opción.