Los hombres no disponibles para comprometerse en una relación tendrían que llevar una marca y no, no acepto el anillo de casado como señal. ¡Quiero que lo lleven tatuado en la frente, como mínimo!

Porque una es enamoradiza y además es muy abierta y no mide y todo le parece natural hasta que un día me veo colada hasta las trancas de un tío que está conmigo pero –¡oh, sorpresa!– no está disponible. Reconozco que el 50% de la responsabilidad de ser la amante emocional es mía por no prever que el roce hace el cariño y que salir con amigos que ya tienen pareja es una mala inversión de tiempo y capital amoroso.

 

Pero, claro, cuando pasas de los 30 y vuelves a estar soltera te encuentras con que hacer nuevos amigos no es sencillo y entonces sales con los amigos de siempre. Y en realidad, yo no quiero hacer nuevos amigos: ¡me encantan los míos! Pero entonces, ¿cómo coño conozco a hombres libres cual pajarillos?

Hace algún tiempo leí que existían ciertos códigos de colores en unas pulseras que indicaban tu situación, algo así como los estados de Facebook pero para llevarlo colgado en la muñeca. Buscad, si estáis interesados, sex bracelets. Sigo pensando que es mucho mejor lo del tatuaje porque una pulsera se cambia visto y no visto, como el anillo de casado, por eso tampoco vale.

 

Ya he intentado lo de preguntar a mis amigos por sus amigos y conocidos, compañeros de trabajo e incluso familiares. Nada de nada.
–Para ti no me gusta ninguno, tía.
–Nadie que valga la pena.
–Ninguno para presentarte a ti…

No sé si es que me tienen a mí en muy alta estima o al revés. Hace ya tiempo que aprendí que no hay que preguntar si no estás dispuesta a escuchar la respuesta, así que paso de preguntar por si acaso acabo teniendo que tachar a algunos de la lista de amigos aunque, pensándolo bien, si el que tacho está comprometido, ¡uno menos!