Últimamente está como de moda ser infiel…¿no? Debe ser el último grito en hipsterlandia y yo la última en enterarse y la única a la que se le desencaja la mandíbula cuando uno te habla de que la tía con la que está tiene pareja, de que otra se ha quedado embarazada de un tío que no es su novio y que a su vez tiene novia…en fin, cositas de estas. Así, fácil, lo que viene siendo un concepto de vida sencillo.

Cuando a mí me cuentan esto, en mi mente sólo da vueltas una pregunta (que debe estar considerada de la época de Maricastaña por lo menos):  si te quieres tirar a varias personas… por qué estás en pareja? Porque yo no sé si sabéis, amores, que nadie te obliga a estar en pareja! Increíble, eh? Pues sí! Pero cierto también. Si quieres compartir tus días con una persona y tus noches con otra(s), a lo mejor está guay que te plantees pasar el día con amig@s y las noches con amantes (una locura, lo sé).

Aunque suene mal, todo en esta vida tiene una función… y las personas también. Es decir, todas las personas que pasan por tu vida, se queden o no, cumplen una función en ella y, sobre todo, hay que entender que es poco probable que encontremos todo lo que necesitamos en una sola persona. Todas tenemos una amiga con la que nos encanta irnos de compras pero a la que jamás le contaríamos un secreto, o un grupito con el que salimos a correr pero la cosa no trasciende de ahí… o incluso un mejor amigo con el que nos sentimos genial y hablamos de todo pero con el que no compartimos las mismas aficiones (y por eso te buscas un grupito para correr). El caso es que si quieres seguir metiéndote en la cama (o en el coche) de varias personas, a lo mejor no estás en el momento de compartir tu vida. A lo mejor, y sólo a lo mejor, te apetece estar solter@.

Ironía aparte, todo esto me parece preocupante porque me cuestiono dónde tenemos los valores… es más, ¿los tenemos? Queremos decirle te quiero a alguien y abrazarle y hacernos fotos y subirlas a todas las redes sociales y poner corazones y tq (esa odiada abreviación que le quita todo el sentido al sentimiento) pero luego llegamos a casa, llamamos al amante y hacemos vida privada. Porque tu pareja, parece ser, es tu vida pública (que no púbica). Queremos ser el novi@ de alguien a quien a veces no somos ni capaces de darle los buenos días o preguntarle qué tal está, pero eso sí: le comentamos todos los estados de facebook (no vaya a ser).

Infidelity

Creo que estamos llegando a un punto peligroso en el que estamos empezando a perder el significado de las palabras, en el que está súper de moda tener relaciones ‘sin compromiso’. ¿Sin compromiso de qué? Porque a mí meterte en la cama con alguien y, sobre todo, no usar preservativo me parece ya bastante comprometido, bastante íntimo y desde luego, suficientemente personal. Somos tan hipócritas que nos da miedo abrir nuestro corazón pero no la puerta de nuestra habitación, cómo si hubiera alguna diferencia… como si en el sexo no sintieras a la otra persona y ella a ti, como si luego esa persona no fuera a dejarte impreso su ADN en tu piel. Y es que parece ser que las relaciones ahora no se viven en carne y hueso y a tiempo real, sino en pantalla plana y a golpe de 3G.

Autor: Ella Vuela