Aunque follar con tu pareja puede ser lo más rico del universo, hacerlo siempre de la misma forma llega a cansar a cualquiera. A ver, el misionero no está mal, pero…

Para disfrutar del buen sexo hace falta desinhibirse y complacer esos deseos que a todos nos salen de lo más profundo.  Es por ello que hoy te voy a contar cómo disfrutar usando solo la imaginación y el disfraz más tentador que tengas en tu armario.

Adereza tu relación

A ver, seguro que muchas de vosotras os masturbáis pensando en cualquier escena erótica de vuestra memoria o imaginando la fantasía más caliente de todas. Pues los juegos de roles son lo mismo, pero llevando esas fantasías de tu imaginación a la realidad.  Comparte con tu pareja esa guarrada que te pone tanto cuando estás sola.giphy

¡Que comience el juego!

Una de las pegas más comunes para no explorar este tipo de juegos son los complejos y el miedo a que tu pareja no lo disfrute. Es importante que te vayas sacando eso de la cabeza, ya que aunque en un principio pueda resultaros un poco awkward, a medida que se van encendiendo las cosas, los dos comenzaréis a desinhibiros y podréis comenzar a explorar nuevas formas de placer.

De primeras  os digo, si andáis con medias tintas no va a funcionar. ¡Es vuestra fantasía, vividla al máximo y sin frenos y os aseguro orgasmos de primera clase! Pero todo pasito a pasito:

1.     Sentando las bases.

Te aconsejo que antes tengas una charla con tu pareja sobre vuestras fantasías sexuales. Esta será la mejor guía para saber por dónde comenzar, qué es lo que os gusta más y cuáles son los límites que no queréis tocar. Puede incluso que os encendáis ya solo de hablar del tema, así que, ¿por qué no aprovechar?

2.     Marcad muy bien los límites.

Ya os conté que me encantan los juguetes sexuales. En estos juegos casi siempre es divertido llevarlos a la cama, e incluso complementarlos con algunas esposas, cuerdas, vendas para los ojos y todo tipo de accesorios.

Pero lo que tu pareja puede considerar morboso, puede que tu no, o viceversa. De modo que puedes proponer tú los accesorios (incluso aquellos que no hayas probado antes) o decirle de una manera sexy que el látigo no está permitido (si es lo que piensas). No importa cómo lo hagáis, estableced límites para evitar una mala experiencia.

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3.     Preparad la escenografía.

Si no, ¿cómo ibais a entrar en ambiente? Para jugar como mandan las reglas debes contar con un ambiente ideal. No siempre será el dormitorio.

De hecho, puedes optar por el estudio y emplear el escritorio para jugar al alumno/a y la profesor/a. Añade también detalles como tizas, una pizarra y cualquier elemento que consideres necesario.

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4.     ¡No te olvides del vestuario!

Para este juego el vestuario es una de las cosas más importantes de todas, en especial porque en el sexo muchos de nosotros somos muy visuales. Así que manos a la obra con ese disfraz que multiplicará por 10 vuestras fantasías.

5.     Asume tu rol.

Deja a un lado los tabúes, la vergüenza, los miedos y entrégate a tu papel, solo así vas a poder disfrutar del placer sexual que brindan estos juegos. No pienses en un guion establecido, improvisa e intenta ser ese personaje por una noche y verás… el resultado puede ser uno de esos polvos que recuerdas durante años..

¿Te animas a probar un juego de roles? En mi libro Yo follo con las luces encendidas, te cuento las 10  maneras más originales de animar tu vida sexual. Échales un vistazo y elige la que más te encienda!

 Lorena Curvy.