Hace unos días preguntamos en nuestro Instagram cuáles habían sido las peores excusas con las que habían dejado a nuestras lectoras y las respuestas nos dejaron ANONADADAS. Aquí va una pequeña selección.

Una larga condena

«El tío con el que llevaba quedando seis meses me llamó para decirme que no podía quedar ese día porque estaba en la cárcel, pero que le había tocado un poli majo y le habían dejado el móvil para avisarme. Me aseguró que en cuanto lo soltaran me llamaría para vernos. Supongo que sigue preso, porque han pasado dos años y aún no me la llamado.»

Enfermedades raras

«Me dijo que yo le producía fallos neurológicos. Así, sin más.»

No sin mis Legos

«Yo tenía 19 y el 29, y su vida giraba en torno al Lego, los cómics, los videojuegos… Cuando ya llevábamos quedando un tiempo empecé a quedarme a dormir en su casa y hacíamos vida juntos los findes. Un día, de la nada, se me puso a llorar y me dijo que ya no tenía espacio para montar sus Legos si yo estaba siempre en su casa, y que la habitación olía a mí y que no le gustaba para nada. Me dijo, con lágrimas en los ojos, que ya no tenía tiempo para sus juguetes por mi culpa. Cogí mis cosas y me fui mientras él seguía llorando.»

Tapaderas

«Estuve liada un tiempo con un compañero de trabajo del pub donde curraba. El jefe era muy estricto con la política de no liarse entre compañeros, así que «para que el jefe no sospeche nada» el tío empezó a liarse con una clienta habitual del pub, ahí, delante de todos. Cuando le pedí explicaciones me dijo: «es para que no sospechen de nosotros». A la semana ya llamaba a la clienta su novia. Muy normal todo.»

Todo sobre su madre

«Estuve saliendo una vez con un chico que siempre hablaba de su madre, que su madre esto, que su madre lo otro, que su madre era genial, bla bla bla. ¿Sabéis cómo conocí a la madre? Porque ella me llamó un día a decirme que su hijito ya no podía salir conmigo, que tenía que centrarse en sus estudios, que le había quitado el móvil y que ya se comunicaría conmigo cuando tuviese más tiempo. Han pasado 13 años, así que supongo que sigue liado.»

Shau

«Después de haber estado saliendo unas cuantas semanas quedamos una noche para cenar. Estábamos enrollándonos con el postre cuando, de repente, me dijo: «Bueno, hasta aquí hemos llegado» y se marchó. Me quedé a cuadros y, encima, tuve que pagar la cena de los dos.»

Demasiada presión

«Soy sexóloga y, por mi profesión, doy talleres y hago charlas. Yo había conocido a un tío genial, muy majo y con el que llevaba saliendo más de 8 meses. De repente, de un día para otro, me dejó porque dijo sentirse presionado por si no daba la talla en la cama: que yo era una profesional del sexo y que no quería seguir saliendo con alguien que se pasa el día hablando de follar. Me quedé sin palabras.»

Vade retro

«Un tío con el que llevaba quedando dos o tres meses me dijo que me dejaba porque a mí me gustaba música que llevaba al vicio. La semana anterior le había propuesto ir a un concierto de reggae en mi ciudad: a mí me parecía un plan súper chulo, pero él me respondió súper enfadado que su exnovia empezó a escuchar música así, «subversiva» y acabó fumando porros. Que si a mí me gustaba eso, no sería una buena influencia y que mejor lo dejábamos. Yo, naturalmente, le dije que sí, que mejor dejarlo. Nunca le volví a ver.»

Tripulante cagaprisas

«Un sábado por la tarde conocí a un chico en Tinder y tuvimos química inmediata. Intercambiamos whatsapps y me dijo que quería quedar ya mismo. Le dije que yo no podía porque iba camino de mi pueblo a visitar a mi abuelo. Como el chico de Tinder iba a viajar de miércoles a domingo (trabajaba en una aerolínea), le propuse que quedásemos a su vuelta. Me dijo que ya no estaba interesado en quedar conmigo si yo no podía sacar un momento para verlo antes. Pensando que estaba de coña le dije que no fuese tan cagaprisas, a lo que me contestó: «Tú lo que tienes es un trauma del pasado: no eres la persona adecuada para caminar a mi lado». Me bloqueó de whatsapp y de Tinder antes de que pudiese decirle: WTF»

Gordófobos al habla

«Un tío con el que me estaba liando me dijo que yo le gustaría más y que podría plantearse empezar a salir oficialmente conmigo si yo perdía diez kilos, que él me esperaría. Yo no esperé nada y lo que hice fue perderlo a él de vista.»

Y el premio va para…

«La frase más cutre con la que me han dejado fue: Dentro de tres meses me voy de Erasmus, así que mejor lo dejamos antes de que me pille más por ti. LLEVÁBAMOS SALIENDO AÑO Y MEDIO.»