Hola, ex (en plural) del mundo. Siento mucho por lo que estáis pasando y deseo CON VERDADERA ANSIA que os volváis a sentir bien pronto. Pero perdonadme: tenéis comportamientos raritos y alguien tenía que decíroslo.

Han habido varias rupturas a mi alrededor últimamente. Septiembre, que debe ser el mes oficial de las rupturas (pensaba que era junio, por lo del verano y tal…). Y yo, que soy observadora de serie, vengo viendo un patrón de comportamiento que me enerva llama la atención, en algunos new singles.

Sabéis de qué hablo, lo habéis visto a menudo; es lo que se viene llamando “ser una mosca cojonera”.

Hay grados, pero en mayor o menor medida, puedes identificarles si observas alguno de estos comportamientos:

  • Por ejemplo, está el que al principio iba de digno y luego te escribe everyday. ¿Por qué? Porque no asimila, no asume, no concibe la ruptura. Y esto es serio: sólo gana en sufrimiento para sí mismo y para la otra persona.

Plis: corta ya. Haz tu vida, vuelve a empezar, apóyate en quien te quiere, focalízate en lo bueno de esto, no en lo malo de antes. Venga, va.

  • También está el despechado, el que de repente está de vacaciones todas las semanas, conoce a 1200 titis, sube fotos con TODAS ellas, y si el nivel de cutrez es alto, puede incluso que con indirectas tipo: ‘será por peces en el río’, ‘júntate con quien te sepa valorar’, o la mejor de todas: ‘no te cambian por algo mejor, sólo por algo más fácil’.

Chato: estás haciendo el ridículo. Lo fácil es subir una foto de #partyhard. Lo difícil es pasar el duelo de una relación acabada y ser maduro para asumir la nueva etapa en la que estás. #Denada.

  • Está también el acosador-pero-no, que es aquel que no te amenaza de muerte (ni propia, ni tuya, ni del gato), pero te le encuentras allá donde vas, ‘de casualidad’. Suele aparecer con su mejor perfume, con cara de despreocupación y SIEMPRE se parará a hablar-contigo-pero-no: fingirá fuertemente que no le da importancia a lo que estáis hablando.

Casi cuela, hermoso. Igual crees que lo tienes superado, PERO NO. Míratelo, anda.

  • Al último le bautizo como el intensito: ¿Os suena lo de ‘yo te espero lo que haga falta’, ‘eres la mujer de mi vida’, o la mejor-de-las-gilipolleces-jamás-oídas-en-la-historia-de-las-gilipolleces: ‘tú quieres estar conmigo, pero no te das cuenta’? A mi me da hasta grimilla cada vez que alguien me dice que le han soltado eso o semejante. Vale, a ver si lo pillas:

 

Si queréis un consejo, os diré que no colaboréis con estas situaciones, no dejéis que alarguen las cosas según sus tiempos. Vosotras decidís cuándo dejar de formar parte de la vida de otra persona, sea quien sea quien haya dado el paso.

Y al ‘qué dirán, (uy esta, pues si que lo ha superado rápido / qué mala pécora, ni despedirse le ha dejado al pobre / menuda zorra, con lo bueno que es él) ni puto caso.

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