Amigas, me han puesto los cuernos, y lo digo así, con todas las letras, porque para mí SON CUERNOS.

Resulta que mi querido ex con el que llevaba la friolera de cinco años conoció a una chica en el trabajo. Le comió la oreja a la muchacha, que no sabía que tenía pareja porque él se encargó muy bien de ocultarlo y disfrazarlo.

“Tenemos una relación abierta…” MIS OVARIOS RELACIÓN ABIERTA.

“Bueno, estamos pasando una mala racha.” ¿DESDE CUANDO?

Y un buen día, la muchacha nos vio por la calle juntos. Resulta que para poner los cuernos tienes que saber mentir, y aunque lo hagas de puta madre corres riesgo de que te pillen por cabrón.

La chica se quedó mirándome con cara de haber visto un caminante blanco de Juego de Tronos y yo me quedé con la mosca detrás de la oreja. Total, que a los dos días tenía una petición de mensaje en Facebook contándome todo el percal. Al principio estaba tan en shock que no me lo podía creer, pero me pasó pantallazos, fotos polla de mi querido ex y otras pruebas del delito.

Pues flipad en colores, porque cuando llegó a casa y le solté la bomba él me soltó un arma nuclear:

“Bueno, son solo fotos y conversaciones… Eso no son cuernos.”

¿PERO QUÉ ME ESTÁS CONTAINER, TRONCO?

Me quedé blanca como la leche y me marché a casa de una amiga. Allí me calmé a base de vino y pude pensar con más calma. Cuando tengo que tomar una decisión muy importante pero estoy demasiado estresada, tristeza o enfadada, lo que hago es apuntar una serie de preguntas y responderlas unos días después, cuando me encuentro más tranquila. Eso hice (y ahora mismito las responderé).

¿Lo que ha hecho está tan mal? SÍ. Está fatal. Es romper la confianza de una persona. Si quieres una relación en la que puedas mandar fotos de tu nabo a otra persona y tontear con quién te dé la gana, háblalo. Pídele a tu pareja una relación abierta y no le mientas en su puta cara. Si ella no quiere ese tipo de relación o te guardas la polla en el calzoncillo o lo dejas con tu pareja y te dedicas a follarte a quién quieras hasta que se te caiga a cachos, fácil y sencillo.

¿Puede cambiar? Me la suda si cambia o no. Creo que las personas son capaces de cambiar, pero yo soy incapaz de volver a estar con alguien que ha jugado conmigo. Como dice el refrán, la confianza es como un espejo. Si se cae, puedes volver a juntar las piezas con mucho cuidado. Parecerá igual, pero siempre se verán las grietas en su reflejo. Yo no quiero una relación en la que siempre haya dudas.

¿Debería perdonarle? NO. Ya no sólo es vomitivo el hecho de que me haya engañado. Lo peor de todo es que cuando se lo dije reaccionó excusándose en vez de pidiendo perdón como una persona con dos dedos de frente. Es un cobarde y no me merece ni a mí ni a mi perdón.

Así que sí, queridas lectoras, estoy hasta el soberano moño de la peña que te suelta “uy, pero si sólo nos dimos dos besos, eso no son cuernos” Y SE QUEDA MÁS ANCHA QUE LARGA. No puedes jugar con las personas así. Los micro-cuernos no existen, son una excusa para no reconocer que la has cagado.