No os podéis imaginar lo mucho que me jode que llegue el veranito y, como la prensa no tiene muchas noticias que destacar, se empiecen a sacar los artículos mierder que se repiten todos los años que además, por norma general, suelen tratar temas de lo más caducos o promover bulos que ya están más que superados.

Mal que me volváis a hablar por enésima vez de los beneficios de la cerveza cuando cada vez somos más los que sabemos que todo es bueno en su justa medida y lo mejor es no abusar de ninguna bebida alcohólica, aunque esto no interese a las marcas que patrocinan este tipo de publicaciones. Pero mucho peor que se recuperen artículos gilipollescos sobre lo que tienen o no tienen que hacer las mujeres. 

Aunque en verano lo más normal es encontrar montones de basura en la prensa sobre los cuerpos bikini, las dietas y demás, de vez en cuando se les cuela alguna otra perlita. En la web de Antena 3, por ejemplo, la semana pasada quisieron publicar un artículo supernecesario sobre cómo disimular tus complejos a la hora de mantener relaciones sexuales. 

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Lo peor de todo es que estoy segura de que hubo muchas personas que pincharon en el link porque creen que la solución a algunos de sus miedos podría estar en aprender a disimularlos, pero lo superpeor de todo esto es que mientras haya prensa dispuesta a aconsejar sobre este tipo de cosas la gente seguirá pensando que disimular sus complejos o «sus defectos» es algo que deben hacer. 

Pues que lo haga Rita. O la redactora que escribió esa noticia. Yo no voy a disimular nada, ni en la cama ni en la playa ni en la boda de mi prima Aurora. Este tipo de artículos, orientados sobre todo a un público femenino, no hacen otra cosa que fomentar nuestros miedos e inseguridades, que ya son infinitos de por sí, porque, como somos mujeres, hemos sido educadas para ser perfectas y nos cuesta mucho sentirnos satisfechas con nuestros propios cuerpos porque no paran de repetirnos que estamos mal.

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Cariños, pues que sepáis que yo estoy estupenda, y probablemente vosotras estéis tan estupendas como yo. Por eso no necesitamos disimular nada. Somos lo que somos y somos como somos, y aunque es verdad que todas tenemos nuestro punto débil, que nos sintamos menos seguras con alguna parte de nuestro cuerpo no debe significar que tengamos que disimularla. Todo lo contrario: tenemos que aceptarla.

Porque estar follando con un tío o una tía y estar pensando en meter tripa me parece el peor consejo del mundo. De hecho, ¿cómo coño puedes disfrutar del sexo si tienes que estar pendiente de que no te salga mucha papada? El sexo va de lo contrario: de la libertad, de sentirse bien y de disfrutar.

Me parece una puta locura que a alguien se le haya podido ocurrir escribir un artículo sobre las posturas que adoptar durante una relación sexual para disimular cosas como tu celulitis, tus tetas caídas o tus estrías. ¡¡Lo que me faltaba ya!! ¡¡Estar pensando en si mis piernas son demasiado gordas mientras me comen el coño!!

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Eso por no mencionar el hecho de que si tienes que disimular tu propio cuerpo en el único contexto en el que se supone que vas a celebrarlo y disfrutarlo por todo lo alto… menuda puta mierda. Disimulando durante el sexo lo único que conseguirás es disimular tu propio placer. Así que tú decides, querida: te dedicas a follar con cuidadito de que no se te mueva ninguna chicha o aceptas tu cuerpo tal y como es y aprendes a sacarle el máximo partido.

Para más inri, este tipo de artículos solo demuestra una cosa: que siguen pensando que las mujeres, en todos los ámbitos de la vida pero sobre todo durante las relaciones sexuales, solo estamos aquí para satisfacer a los hombres, y nuestro propio placer es lo de menos. Porque dime tú a mí quién puede llegar al orgasmo si está intentando no dar palmas con sus tetas caídas cada vez que le dan un buen empujón. El sexo no va de estar guapa, ni siquiera la vida va de estar guapa. El sexo va de estar a gusto y pasártelo teta, aunque esté caída.