Hoy se cumple nuestro primer aniversario. Echo la vista atrás y puedo afirmar que el balance ha sido muy positivo, he recuperado la paz, he encontrado esa calma interior que hacía mucho tiempo no sentía.
He aprendido a ser un poco más valiente y a afrontar las incertidumbres tomando decisiones, a enfrentarme a mis temores dando un paso al frente, con la cabeza alta y sin arrepentimientos.
Hoy se cumple un año de ese domingo por la mañana en el que tras despertarnos, fui al sofá, te miré y te dije serena » Sabes que no podemos seguir así , ¿verdad?» .
Ningún reproche, ningún amago por cambiar lo que ambos en realidad sabíamos inevitable. Tan solo recibí de ti unas palabras emocionadas en las que sincero te reconocías mejor «amigo de bar» que pareja y en las que me decías que, sin lugar a dudas, yo me merecía algo mucho mejor que tú.
365 días han pasado ya desde que terminamos esa conversación intensa, franca y madura, de contemplarte, como testigo mudo, recogiendo todas tus cosas de mi casa, de ese abrazo lleno de tantos sentimientos preciosos pero que ya no eran suficientes, y de verte partir con una bolsa en cada mano, llevándote más de 8 años de vivencias compartidas.
No lloré, esta vez no. Ahora sí era el momento, supe que tras haber tenido una breve e inesperada ruptura poco más de un año antes y haber retomado la relación, ahora sí estaba preparada para asumir la realidad de nuestra situación, y sobre todo, me sentía capaz de ser sincera conmigo misma y recuperar mis límites, volver a reencontrarme con la dignidad y el respeto que ahora reconocía perdidos desde hacía ya varios años.
Un año después estoy satisfecha y orgullosa de que ambos hayamos podido regresar y mantenernos fijos en el punto de partida que dio origen a nuestra relación, la amistad. Esa que nos hizo ir tan lejos, enfrentarnos a todo, romper los convencionalismos y las reglas, dejándonos llevar hasta enredarnos sin darnos cuenta en una relación de la que ninguno de los dos esperaba nada, pero que inevitablemente ha marcado nuestras vidas para siempre.
Reconozco que con 31 años no fue fácil tomar esa decisión y romper esta relación «por inercia», enfrentarme a estar sin pareja después de tantos años juntos. Sin embargo aquí estoy, con 32, soltera y escéptica al amor, pero sintiéndome feliz y afortunada. Por ello, y porque sé que esto también ha sido lo mejor para ti, feliz aniversario.
