Que la gente esté interesada en conocerte debería ser algo positivo. Yo soy la primera que quiero conocer a unas cuantas personas porque las admiro. Me encantaría conocer a Lady Gaga, llevo años queriendo conocer a Alaska, y mi sueño sería tomarme unas cervezas con Quentin Tarantino. Pero… la vida todavía no los ha cruzado en mi camino. Y yo tampoco me he puesto a mandarles mensajes privados por Instagram para que quedemos.

Supongo que es normal que si tienes una cantidad de followers que empieza a ser relevante (por ejemplo, unos 5000) tengas uno o dos o tres que te salgan un poquito rana. Es estadística pura. Y claro, si tienes 50.000 followers entonces tienes que multiplicar a las ranas por diez. Pero yo no me acostumbro. Por mucho que pase el tiempo y sigan creciendo mis no tan increíbles cifras de followers a mí me sigue sin caber en la cabeza que haya gente que salga de la nada y y sin más preámbulos ni presentaciones te diga «hola guapa me encantaría conocerte».

giphy

«Pues estupendo, cariño, qué bien. Que tengas suerte.» Esa suele ser mi respuesta más común. O, si da la casualidad que tengo algún eventillo como una presentación de un libro o una charla, les digo «pues puedes venir a verme tal día a tal hora y en tal sitio». Lo normal, ¿no?

Resulta de que no. Resulta de que lo que esa gente quiere no es conocerme. Es meterme todo el pitote. Pero se hacen los majos o los caballeros disimulando sus intenciones en la manida frase «te quiero conocer». ¡En el sentido bíblico me quieres conocer tú a mí!

John-Cusack-Wink

¿Qué equivocada percepción de cómo funciona el mundo tienes que tener para escribir a una persona que no sabe que existes diciéndole que quieres conocerla y dar por hecho que te va a decir que ok? O sea, poneos un momento en la situación: recibís un mensaje de una persona normal y corriente, o directamente anónima porque su cuenta de Instagram está cerrada y no puedes ver quién o cómo es esa otra persona, y el mensaje dice que quiere conocerte. ¿Le dices que sí? ¿Así, sin más? Entonces, ¿por qué dais por hecho que al escribir a una persona exponiendo vuestros deseos ella, simplemente, los hará realidad? ¿Qué coño piensa de mí esta gente para dar por hecho que yo estoy aquí para satisfacerlos?

Seguramente la respuesta a todas estas preguntas retóricas sea que a esas personas que se dedican a querer conocer a la gente jamás les ha llegado un mensaje de alguien que los quiere conocer a ellos. Porque si no, yo no me lo explico.

giphy (1)
Lo increíble de todo esto es que, cuando comenté en Twitter que últimamente me escribían demasiados tíos que me querían conocer di por hecho que este era un comportamiento típicamente masculino. Porque como yo, que soy mujer, nunca había escrito a ningún tío diciéndole «hola guapo me gustaría conocerte», pues supuse que el resto de mujeres no hacía esto. Pero me llevé una sorpresa porque me escribieron varias personas diciéndome que el querer forriscarte a un famosete llamando su atención a través de un mensaje privado de «quiero quedar contigo» no entiende de géneros.

Vaya. Entonces debe ser algo de no saber relacionarse socialmente, independientemente de lo que tengas entre las piernas. Pero hubo una respuesta que sí que llamó mi atención. Venía de un chico, y decía que muchos hombres se ven obligados a hacer eso porque es la única manera que tienen de encontrar una pareja sexual en su vida. Ok. Bye. Block.

tenor