Lo reconozco, no me considero una persona normal. La sociedad ha decretado que lo que la masa opine es dogma de fé, y aquellos que se atrevan a desafiarla, parias. Pero que una mayoría piense algo, no significa que sea lo mejor… baste recordar que Hitler ganó unas elecciones democráticas, y dejó Europa más destrozada que unas bragas de Primark después de un maratón de lambada.

Me gustan las chicas curvys, gordibuenas, gordas, como lo quieras llamar. Cuando entro en un bar, me fijo en ellas antes que en la carta de cervezas, porque la carta seguro que me puede esperar. He tenido parejas así y siempre me he sentido orgulloso de lucirlas de mi mano, y de besarnos y achucharnos cuando nos venga en gana. Y el sexo… hace tiempo leí aquí un artículo sobre unas estúpidas opiniones mofándose de lo terrible que es el sexo con gordas. Lo terrible es el sexo con quien no te atrae, con quien no disfrutas, con quien no se esfuerza en hacerte feliz… yo he tocado el cielo y me he hecho una casita allí para visitarla siempre que puedo. Me da igual que sudes porque yo voy a sudar más, me da igual lo que peses porque vas a botar, me da igual lo que piensen los demás, porque ahí solo estamos nosotros, yo soy un campeón y ella mi campeona y mi deseo es mío y de nadie más.

Me gustan las chicas inteligentes, luchadoras, con personalidad arrolladora. Una chica que impone es, en realidad, una chica imponente. Pero el hecho de sentirme intimidado en alguna ocasión, no es culpa de la persona a la que estoy deseando, sino de mis propios complejos (que los tengo por paladas). Intento vencerlos, y si consigo tener una agradable conversación con ella, o algo más, entonces me siento como el tío mas afortunado del mundo.

Y luego están los que dicen “las gordas no ligan”…. No ligo yo, porque salgo por bares de rock… Ahí tienes que andarte con ojo para no intentar iniciar conversación con una hermosa melena perteneciente a un adorable barbudo, porque, seamos realistas, la población femenina en general es más escasa y suele acudir con pareja (sí, las gordibuenas también). Si no ligan es porque no tienen por qué tirarse a las piernas de cualquier imbécil que les ofrezca las migajas de su noche. Son personas con criterio, no peces en busca de pienso, atontado.

Ahora pensaréis que vaya flores que me hecho, no tengo abuela, etc… pero no soy un tipo genial para la sociedad por vencer mis complejos y saber lo que quiero. Soy el tipo rarito que le tira los trastos a “la amiga simpática” (como odio ese término, ¡la simpatía no la determina el físico!) soy el iluso que habla con la chica 5cm. mas alta que él, soy el desesperado que “mira con qué cardo está saliendo” “a mí me daría vergüenza” “seguro que está borracho” (ésta última puede ser verdad en algunas ocasiones, pero no es “conditio sine qua non”)

Pero me niego a ser una rara avis. Estoy seguro de que hay montones y montones como yo, condicionados por el qué dirán, por los medios audiovisuales, que tienen que dar un paso al frente y dejar de colaborar con la estupidez colectiva. Que te gusten las gordibuenas es como si te gustan las pelirrojas o las asiáticas. Ni a todos les tienen que gustar, ni te tienen que gustar todas. Pero si te gusta, rebélate, rompe las cadenas y disfruta de lo que realmente te hace feliz, y ya de paso, haz feliz a otra persona maravillosa como tú.

Fredi Suárez

En las fotos: Candice Huffine