Hace unos años decir abiertamente que tu novio era un friki era tacharlo directamente de «rarito» y «personajillo». Gracias a la selección natural ese concepto ha cambiado y salir con un «geek», un friki o como queráis llamarlo ahora es hasta guay. Ya sabéis que a nosotras nos importa tanto ser chachis de cara a la galería como a yo soy una pringada llevar el pintalabios corrido, cero patatero. Pero si hay ventajas de que tu churri sea un frikazo pues se dicen y se presumen, que de alabar lo original sí que sabemos un rato.

  1. Aprenderás mogollón. Si no es un friki de palo, es decir, de los de llevar las camisetas y el merchandising de la Fnac pero luego no sabe ni que los familiares de E.T. salían en Star Wars. Con él vas a poder corrobar eso de «nunca te acostarás sin saber nada nuevo» porque almacena datos cual game boy en época de vacaciones.
  2. Es muy fácil de regalar. ¿Cómo no va a serlo? Si es que este chico tienes unos hobbies tan concretos que sólo tienes que teclear en Amazon el nombre de su videojuego favorito para que te aparezca una lista de 50 figuras, carteras y sudaderas temáticas. Esta razón puede parecer un poco materialista pero cuando has estado con mozos cuya única ilusión era el fútbol (que me lo han contado) hasta gastar los dineros en algo original te hará ilusión.
  3. Te pega sus hobbies. ¿Que toda tu vida habías pensado que Zelda era Link y no la princesa? Don’t worry my friend, después de una temporadita te vas a presentar en casa de tus amigos tocando el cumpleaños feliz con la ocarina.
  4. Nunca os aburrís juntos. Puede que no sea el chico más fiestero, aunque desde aquí quiero desterrar el mito de que no es compatible ser seguidor de Peter Jackson y darlo todo hasta en la verbena de la paloma, el caso es que siempre vais a tener algún juego que probar, un evento al que ir o simplemente temas de conversación en la recámara. ¿Puede existir algo mejor, además del guacamole de Mercadona, que planes ilimitados con el chico que te vuelve loquita?
  5. Y lo mejor de todo, te va a convertir en su princesa de Imladris, en su guerrera de la tierra media, en su valquiria, en su compañera de travesuras realizadas, en su entrenadora pokémon… Vamos que te va a dar amorcito en un nivel muy pro.

En definitiva, salir con un friki es como si te tocase la lotería pero sin tener que pagar a Hacienda. De hecho te saldrá siempre a devolver, palabrita de waifu.