Si eres una de esas personas que no paran de llevarse hostias en el amor, tras unas cuantas te sientes exhausta y te preguntas: pero por qué!?! Con un cabreo y una frustración de mil demonios.

Parece que lo más fácil es decir que es cuestión de suerte, o de muy mala suerte, y tú tienes la peor de todas. Pues que putada nena, tener la peor de las malas suertes en el amor, ¿no?

 

Pensemos.

– ¿cuál ha sido el denominador común de todas tus relaciones?

– Todos eran X.

 

Vuelve a pensar.

– ¿qué tienen en común todos tus ex?

– ¿a mí?

 

¡Exacto!

 

Y ahora, ¿ qué hacemos con esto? No te estoy apuntando con el dedo y diciendo «¡CULPABLE! Tú has sido la chunga de la relación», porque querida, de lo único que eres culpable es de elegir como el culo, pero no te preocupes, que a elegir bien también se aprende, principalmente sabiendo lo que hemos estado haciendo mal y por qué.

 

Si te quieres poco, poco crees merecer

Y así pasa, que te conformas con cualquiera sea o no lo que tú estás buscando porque el mero hecho de sentir el calorcito de alguien te parece más que suficiente.

No se trata de lo que merecemos, y si así fuera, la vida no es precisamente justa, así que si la balanza tiene que desequilibrarse que sea para bien.

 

Cuando el ‘cambiará’ es tu mantra, mal empezamos

Este cuento es más viejo que la Biblia. Si partes de una relación basada en la ilusión de que el otro cambie, o lo que es lo mismo, que deje de ser un capullo egoísta o similiar: MAL.

Sí, la gente puede cambiar pero para ello tiene que querer hacerlo y a lo mejor ni con esas pasa. Si no puedes aceptar a tu pareja tal cual es ahora, Ciao pescao, arrivederchi, Hasta luego Maricarmen, Next y See you NEVER.

 

No le das importancia a las cosas que si la tienen

Si, el amor… blablabla…el destino… blublublu

Pero cuando las cosas no van, no van y punto. Te ha mentido una vez y lo has pasado por alto. Luego han sido dos, luego tres… Y te creas un nuevo mantra que es “No es para tanto” o el de “todo el mundo tiene algún defecto”.

Sus celos son molestos y controladores, y empieza a limitarte y tú vuelves a tu mantra.

Es egoísta en el sexo y busca su propio placer y ya si eso que te apañes tú.

Otra vez tu mantra.

No cariño, no. Esto antes o después de explotará en la cara; quizás tengas la suerte de que se aburra de ti y te deje, o puede que te explote en forma de depresión. Si vas viendo señales de que este tio no, significan exactamente eso: ESTE TIO NO, PUNTO.

No peros, solo no.

 

No quieres ser la vieja de los gatos

El miedo a la soledad es totalmente comprensible pero aquello de Mejor sola que mal acompañada es un dicho popular por algo. Claro que mola tener un amorcito que te caliente los pies mientras veis una peli juntos en el sofá y tener a alguien que te empotre con amor y respeto es mucho más apetecible que andar haciendo matches en tinder y sacar uno medio qué de entre tantos mamarrachos, pero recuérdate que:

 

Aunque el mamarracho se vista de novio, mamarracho se queda.

 

O lo que es lo mismo, sé selectiva con el tío que quieres que te caliente los pies, el sexo y el alma.

 

¿Estás saboteándote a ti misma?

Igual eliges relaciones que desde el principio sabes que van a ser un fracaso pero sigues adelante con ellas porque en realidad te aterra el compromiso y el pasar ¿toda una vida? junto a alguien.

 

En resumidas cuentas, lo de dejarse llevar por el corazón es muy bonito y de película de Meg Ryan, pero nadie nos dijo que escucháramos también a nuestra cabecita. Decide lo que quieres y ve a por ello, y que sea siempre más de lo que tú creas merecer, que nunca sobra.

 

¡Mucho amor y que tengas una buena elección!