Esta noche tenemos una cita, tenemos unas horas para tomar una copa, luego tendrás que volver a tu hotel. Hace semanas que no nos vemos. Yo tengo ganas de tu boca desde que te he visto salir del coche, y tú lo percibes, pero en la calle nunca podemos besarnos. Y eso genera esa tensión especial que hace que el beso sea aún más deseado, más esperado. Entramos en un local de copas, buen ambiente, buena música, lleno, pero sin molestar.  En cuanto pasamos la puerta y la oscuridad y el gentío del local nos hace pasar inadvertidos, me coges la mano, lo haces un poco más fuerte de normal, en señal de complicidad, de decirme tengo ganas de tocarte.

Buscamos el lugar más discreto, ese rincón al final de la barra, los dos sabemos que no podremos resistirnos sin besarnos…sin tocarnos. Pides la bebida para los dos. Cuando la camarera se va y el rincón vuelve a ser nuestro, ya no hay ni un milímetro de separación entre nuestros labios. Yo te busco y tú a mí, pero no nos besamos aún, mantenemos esa deliciosa cercanía, disfrutando de esa sensual proximidad, disfrutando nuestro olor, del tacto de nuestros labios, del aliento cálido. Disfrutando de lo que está por llegar. Hay un instante en el que ya no puedo soportar más segundos sin tener tu boca y tú no puedes contener más tiempo mis besos. Te beso…te muerdo y quiero tu lengua, te busco, te exijo una respuesta intensa. El beso es hambriento…demasiadas semanas sin esos besos. Mis labios expresan sin necesidad de palabras lo que te he echado de menos, lo que extraño tu olor y tu piel. Nuestros besos tienen carga sexual. Despiertan los deseos de caricias los deseos de placer…

giphy (3)
Me abrazas por debajo de mi abrigo y me aproximas a ti un poco más y puedo percibir perfectamente tu calor y mis manos también te buscan por debajo de tu cazadora. Tiro un poco de la camisa para sacarla del pantalón y tener tu piel y cuando te toco te estremeces en mi boca… Te toco a la altura de tu cintura, por tus costados…  Tu haces lo mismo. El abriguito que llevo esconde tus manos, mi falda tiene un elástico dócil, y tus manos se cuelan por mi espalda. Bajas un poco y tus dedos reconoce enseguida el tacto de mi panty negro, semitransparente, pero quieres mi piel y estiras un poco elástico de las medias para poder notar el fino encaje de mis braguitas. Me recorren escalofríos cuando noto tus manos, me acaricias, pero como lo haces tú, intensamente, esa caricia apretada y sensual.

Ambos recorremos el mismo camino y sabemos dónde queremos llegar…yo quiero notar en mi mano que mis besos te excitan y busco como llegar hasta ti. Tu camisa ya está por fuera del pantalón, y me permite acariciarte por debajo de la cinturilla de tus Dockers. Desbrocho el botón…lo justo para que quepa mi mano…ummmm por fin te tengo, por fin te he encontrado, y estás como a mí me gusta tenerte, esperándome…esperando esa caricia íntima y descarada a la vez…

A estas alturas tus manos han volado sobre mi ropa interior y también me has encontrado, y estoy como a ti te gusta tenerme, húmeda calentita, esperándote... Cuando notos tus dedos tan firmes, los gemidos escapan de mis labios, pero los contienes con tu boca. Todo ocurre sin que a nuestro alrededor nadie perciba nada extraño, sólo una pareja besándose, una de tantas que tontean en el local. Nuestra ropa de abrigo nos permite el juego, y nadie sabe lo que nuestras manos despiertan.

giphy (4)

Te acaricio por encima de la tela de tu boxer, hoy te has puesto el negro de Armani que sabes que me encanta, lo sé porque mientras deslizaba mi mano para buscarte he visto un poco del elástico, y sé que estás increíblemente sexy con ese color. Te toco y aún por encima de la tela elástica puedo notarte ya un poco húmedo. Y haces algo que sabes que me excita mucho, pones tu mano encima de la mía y te acaricio con la presión que necesitas. Siento el calor de tu mano y el calor de tu sexo… lo duro que estás, ufffff eso sabes que me encanta y que me calienta y me pone húmeda…y al oído me dices, -¿te encanta tenerme así verdad?. Te encanta saber que me pones así de duro-.  Yo no puedo ni contestarte porque mi boca sólo quiere la tuya y mis manos sólo quieren tu piel. Con tu mano me invitas a que busque ya el contacto suave, a que te toque directamente sin que nada me impida notar tu calor y notar esa tensión. Notar como llegan esas exquisitas palpitaciones que me cuentan que tu deseo va creciendo…que necesitas mis caricias. Retiras tu mano sabiendo que me has dejado en lugar exacto donde necesitas que esté. Ahora ya estoy sola y mi mano te masturba suavemente y te siento respirar agitado en mi cuello, tu respiración tan profunda me excita y me estremece. Es para mí tan excitante tenerte así…calentito…duro…suspirando por mis caricias, suspirando por que el placer nunca termine, aún sin que me toques, tenerte así en mis manos ya me hace arder.

Tú tampoco me dejas tranquila, y tus manos son perversas y quieres verme entregada completamente a tus caricias. Dibujas mi lencería, y me aprietas un poco, como tomando posesión de ese lugar tan cálido. Me acaricias primero por encima de la tela y percibes ya ese calor húmedo y sofocante…y apartas un poco el encaje para tenerme completamente a tu merced. Yo suspiro y gimo con esa invasión de tus dedos, lo haces suave…desesperadamente lento para mí. Tus dedos me recorren, me exploran, disfrutan de mi tacto suave, de la humedad y la esencia. Sabes que me muero ya por una caricia más atrevida, más profunda. Abandonas mi boca para decirme al oído, hoy te vas a correr aquí, en mi mano…mojándome. Yo niego con la cabeza, pero sé que estoy perdida, que no hay nada que pueda apartarte de mí. Inicias una penetración lenta y pausada con tus dedos, estoy mojada y separo un poco los muslos para que te acomodes. Me vuelves loca con esa caricia…me estremezco…me muerdo un poco los labios, escondo la cabeza en tu cuello para que nadie descubra la expresión de placer.  Notas en tu cuello que con cada movimiento de tus dedos yo me excito más, y te pido más y me sientes gemir en tu piel. Aún tienes más reservado para mí, porque tus dedos también rozan mi clítoris de una forma desconocida que me vuelve loca, y ya no puedo más amor… Y al oído me dices, córrete por favor…hazlo para mí, incrementas el ritmo y me notas cerrar los muslos sobre tus manos. Notas como me tenso…y me muerdes la boca para contener ese orgasmo. Sólo tu disfrutas de mi placer…sientes mis gemidos ahogados…mis jadeos bajitos en tus labios… Me observas excitado…
Mientras me compongo veo que detrás de tí hay una puerta que pone RESERVADO. ALMACÉN, y mis ojos brillan con picardía.

La camarera que atiende esa zona de la barra está un poco lejos, no puede vernos.  Ese orgasmo que he tenido con tus caricias ha sido sólo el principio de una noche caliente y morbosa. Ambos queremos más. Y lo queremos ahora. A tu espalda sigo viendo la puerta que pone RESERVADO, y pienso, reservado para nosotros. Te abrazo como para besarte…pero no te beso, te giro y te doy la vuelta para que tengas delante de ti la puerta, y te digo bajito, – ¿ves la puerta?, pues ahí vamos a follar esta noche.

Tu me dices, -estás loca!!!-, y yo, – siiii pero por ti!!!

Anónimo