Cuidado. Si eres sapiosexual, cuidado. Ten cuidado. Ten cuidado sobre todo si no sabes que lo eres. Los sapiosexuales tendemos a admirar la inteligencia de los demás, creamos vínculos emocionales a partir de lo que intelectualmente se nos aporte. Y nos encanta que nos enseñen cosas nuevas, que nos sorprendan, que nos desarmen mentalmente y pongan patas arriba todo nuestro raciocinio.

Por eso, cuidado.

Ten cuidado si eres sapiosexual y no lo sabes. Ten cuidado porque puedes acabar infravalorándote. Y no hay nada peor que infravalorarse y dejar de creer en uno mismo. No te permitas admirar la inteligencia ajena sin ser consciente de la valía propia. Cuidado con crear relaciones desequilibradas en las que sin darte cuenta, dejas de mirar de igual a igual para inclinar tu cabeza y todos tus pensamientos hacia arriba, hacia esa persona. Recuerda que mirar mucho rato hacia arriba duele. Y no sabes cuánto puede llegar a doler.

Por favor, ten cuidado.

Entiende que tú también aportas infinidad de cosas valiosas y deja ir lo que sea dañino para ti. Por nada del mundo seas dependiente de nadie. Recuerda tu autonomía, recuerda que para caminar y llegar lejos sólo se necesitan pasos, los tuyos. De nadie más. Así que camina. Recuerda quién eres y defiende a capa y espada tu identidad. Lúchate. Recuerda que ser sapiosexual es emocionante porque cuando confías tu corazón a alguien, hay una atracción prácticamente integral. Una atracción de la cabeza a los pies y por ese orden. Y es maravilloso. Pero recuerda que ser sapiosexual te obliga más que nunca a cuidar de tu autoestima. Te obliga a cuidarte, a mimarte y a serte consciente. Y es una obligación constante y meticulosa. Recuerda ser tú y ser feliz contigo. No te evapores, nadie vale tanto la pena. Así que, sapiosexual que estás leyendo esto:

Cuídate.

@necore