Creo que la historia que contaré a continuación es una del montón, no os engañaré. Hace bastantes años que uso esas famosas apps de ligoteo, y las cosas nunca me han ido del todo bien, así que imaginaros las veces que me borré el perfil. Me rendí mil veces y volví a intentarlo, yo ni tan solo buscaba el amor en estas páginas, lo que pasa es que quería combatir el aburrimiento charlando y conociendo a gente interesante, y eso típico de «lo que surja». Pero si que tuve historias, bonitas mientras duraron.

Hace dos semanas un amigo me habló de una app en donde te hacen tests psicológicos para encontrar a tus «compatibles». Yo soy una chiflada de los tests así que decidí hacerme un perfil, y a ver qué tal funcionaba.

Me hablaban bastantes chicos pero yo apenas contestaba, porque ya estaba harta del tipiquísimo » hola qué tal, estudias o trabajas?» si en el fondo a todos nos da igual eso. Hasta que un día me llamó la atención un chico, que me habló de una forma original dándome una conversación interna y muy divertida. Así pues, después de estar charlando hasta altas horas de la madrugada  nos damos el Whatsapp. Hablamos a todas horas, y nunca nos aburríamos uno del otro. Nos pillamos confianza y hasta le confesé historias personales mías… Desde el principio intuí que yo no era su tipo. Lo imaginé por las fotos de su ex, pero sobre todo, por los chistes gordofóbicas que hacía a todas horas. Yo siempre le decía «Qué tienes en contra de los gordxs eh?!» y le hacía comentarios directos e indirectos dando a entender que soy  GORDA. Y él se reía, pues no se lo creía, se pensaba que me insultaba a mi misma o algo, que no tenía autoestima ( por decir lo que soy ) . Le pedí Facebook, porque así vería que realmente tengo un sobrepeso importante, hasta me puse foto de perfil de cuerpo entero para que se enterase de una maldita vez.

Insistía mucho en vernos y yo temía que saliera mal, mi última relación no acabó muy bien y no quería llevarme otro chasco.  Insistía mucho pero luego me decía que no quería obligarme a quedar, que entendía que estuviese insegura tras mis últimas experiencias con chicos de Internet. Pero igualmente, no paraba de taladrarme la cabeza, así que finalmente cedí, y al día siguiente, a pesar de que me encontraba mal, cogí el tren y me fui a Sants a verle.

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Mientras lo esperaba en la estación no paraba de pensar en huir, en dejarlo todo,  pensaba que yo no estaba tan mal sola, no quería que alguien me amargara la existencia. Luego pensé que no me importaría que fuéramos solo amigos, que tampoco perdía nada por conocer a alguien nuevo. Al fin llegó, y se acercó muy lentamente muy serio, parecía un niño traumatizado. Yo me animé y entre risas le di dos besos, pero él se quedó quieto. Yo pensaba que solamente era tímido y eran los nervios. Me dijo que se tenía que ir al baño, y yo, graciosa de mí,  le dije a una amiga por  Whatsapp, “este se va a largar, ya verás». Pero no, volvió y fuimos a por el metro, le dije que quizá era mi último viaje de la t10 y que quizá no podía volver a casa porque no tenía ni un duro (si, tonta y torpe) y él me dijo que  si eso, me pagaría el billete de vuelta. Cuando íbamos a pillar el metro me dijo que tenía que llamar a su padre, se puso nervioso, hablaba rápido y no paraba de excusarse  y me dijo que le esperara en las escaleras, mientras él subía fuera a por cobertura. Por Whatsapp me abrió y me dijo que su padre no lo cogía… y de repente… pam! no me sale su foto de perfil, ni estado ni nada…

Me reí, y pensé: no puede ser, no puede ser, ¿me ha dejado tirada? Lo llamé para asegurarme, y nada, también me había bloqueado las llamadas (no sabía que eso se podía hacer lol) Salí  fuera, la traumatizada llegado ese momento era  yo.  Es lo que siempre había temido y al final me pasó. Abrí Facebook, y por suerte, no me había bloqueado, porque tenía unas ganas inmensas de decirle cuatro cosas.

“Hey que estoy gorda, lo sé y te lo dije mil veces. Pero, ¿tenías que actuar como  un inmaduro? Podríamos haber sido solo amigos eh, no iba a morderte. Has hecho algo horrible y sabiendo lo mal que lo he pasado con los chicos, tú has sido el peor de todos.”

El hombre tuvo los cojones de contestarme y tras discutir, básicamente me dijo que lo había engañado, que soy distinta a las fotos, se creía que era la mitad de gorda de las fotos y se había llevado una sorpresa negativa. ¿HOLA ? ¿por qué cambiaste tu imagen mental sobre mi hacia lo que tú querías ver y no lo que realmente era? ¿no prestaste atención o qué? Que no me photoshopeo ni nada eh. He quedado con muuchos tíos antes y nadie me dijo eso, de hecho a la mayoría les acabé gustando, se encontraron lo que esperaban, a mí tal y soy, tal y como me había mostrado, con todas y cada una de mis lorzas.

Luego me dijo con dos cojones bien grandes que le sabía mal, que deben ser la HORMONAS, vaya mierda de excusa, ¿qué vas a saber tu de eso? Llevo toda mi vida luchando contra mi sobrepeso, y seguiré luchando, porque tengo claro mis objetivos aunque tropiece mil veces.  Le dije que podríamos haber sido amigos, y que no me hubiera dejado plantada de esa manera y él tan “mono” me contestó»esas webs no están hechas precisamente para hacer amigas» ¿tela eh? Le dije que no tenía el valor de decírmelo a la cara, que era un cobarde, aún así le desee que nunca le hicieran lo mismo (aunque se lo merece).

Mientras hablaba con él, paseaba por Barcelona reflexionando, y me alegré, mucho. Sonreí y seguí andando, porque no pudo con mi autoestima, años atrás me habría quedado en la estación llorando,  pero no. Estaba muy orgullosa de mi misma. Soy así tal cual, gorda, con mis lorzas, quien me quiera bienvenidx, quien no, hasta luego, no pienso amargarme por culpa de nadie. Me costó mucho trabajo aceptarme, y tener autoestima, aunque como todo el mundo tengo altibajos, aprendí a valorarme. Así que no podía llegar el capullo de turno y echarlo todo a perder, no era justo.

Entiendo que para gustos colores, él físicamente ni siquiera me gustaba,  pero lo que me enfureció fue su comportamiento inmaduro y su mala educación. Nadie, sea como sea, se merece que otra persona la deje tirada como si fuera un trapo.

Bajé a mi pueblo y quedé con una amiga para reírnos de la situación, pronto recordé la conversación que tuvimos el día anterior: Me dijo que le gustaría enamorarse de  la personalidad y la inteligencia de la chica y no por su físico. Me eché a reír en ese momento de su gran hipocresía.

Yo seré gorda, pero sincera. No voy a negar que siempre me ha costado hacerme fotos de cuerpo entero, no me fascina mi cuerpo, pero siempre quise ir con la verdad por delante con los chicos. Por miedo a que pasara lo de este tío, no quería «engañar”, así que siempre muestro mi cuerpo tal y como es sin maquillaje.  Chicas, cuando  la gente os dice que os valoréis, no es solo para quedar bien (que también) sino que, pensad en que si no os queréis a vosotras mismas, vais a a vivir acomplejadas y tristes. Tenéis que amaros y valoraros tal y como sois, siempre que alguien os dañe por vuestro físico, allí estáis vosotras para defenderos.

Porque si no es así, os vais a convertir en vuestro peor enemiga, y eso no lo queremos. Luchad por lo que queréis, y como dicen las loversize, mientras disfruta de lo que tienes. De verdad, trabajad en vuestra autoestima porque es el arma más valiosa que vas a tener.  Entre todas nos apoyaremos. <3

Anónimo