Cómo mola cuando tienes una cita y sale perfecta. Cuando dices: hoy follo y encima el tío me flipa porque es atento, guapísimo y me hace reír como nadie; porque llevamos 5 horas de cañas y el tema de conversación no se acaba nunca jamás. Que es que se te cambia hasta la cara. ¡Y encima le gusta el rock! Con lo que me gusta a mí darle que te pego con la música de fondo. Esta noche es la mía, me voy a quitar todas las telarañas que he ido acumulando por los siglos de los siglos amén.

PERO NO

Ni rock, ni roll, ni coño que lo fundó. Llegamos a su casa y me pone Ismael Serrano. Eh… espera, espera, ¿Qué me he perdido? ¿No eras tú el barbudo más rudo del universo y me ibas a dar lo mío y lo de mi prima mientras Tom Petty (que en paz descanse) hacía de las suyas? Pero si vamos más pedo que Alfredo, ¿quién coño quiere follar con un señor cantando: Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito? Que sí, que el señor Ismael se merece un respeto, pero chica en ese momento no pintaba absolutamente nada.

Pero bueno… aún así las ganas no decayeron. Seguía siendo guapo a rabiar, majo hasta decir basta y a mí me seguía haciendo el chichi palmas. Fijo que con la voz ronca que tiene al señor este casi ni le oímos porque los gruñidos que van a salir por su boca van a ser descomunales, pensé. Llamadme rara pero si hay algo que me ponga en esta vida es un señor gimiendo y este tenía toda la pinta de que lo iba a hacer todo muy bien. Qué ilusa yo.

Superado el primer mini susto musical, nos metimos en faena. Probablemente, a día de hoy, este señor de casi dos metros de altura tuviera la cola más grande que yo haya visto nunca jamás. Os juro que cuando vi aquello pensé: me sé de una que no va a poder sentarse en al menos, unas cuantas horas. Me iba a poner fina y yo lo estaba deseando.

PERO NO, OTRA VEZ NO.

Se tumbó boca abajo y me dijo literalmente: CÓMEME EL CULO.

Espera, espera… ¿estamos de coña no?

Pues no, real como la vida misma, que el muchacho se puso en posición de ofrecimiento y con el culo en pompa me volvió a repetir: ME FLIPA QUE ME COMAN EL CULO. NO PUEDO CORRERME SI NO ME ESTIMULAN EL ANO.

A ver cómo os explico yo lo que se pasó por mi cabeza. Sería algo tal que así y en este orden:

  1. Ni de coña le como yo el culo a este.
  2. Me subo las bragas y me voy a mi casa right now.
  3. Joder pero es que mira qué culo tiene.
  4. Por fuera, por dentro hay caca, CACA
  5. No, de ninguna manera. Paso de culos.
  6. Pero igual después de esto me da mandanga de la buena a mí
  7. ¿Estás dudando? ¿No se te ocurrirá dudar verdad?
  8. Sí, estás dudando.
  9. De perdidos al río
  10. ¿Segura?
  11. No hay que tener prejuicios.
  12. Está tremendo
  13. LE VOY A COMER EL CULO

Debe ser que en pensar todo esto tardé más de la cuenta y el pobre muchacho pareció percatarse así que con toda la delicadeza del mundo después de ver la palidez de mi cara me dijo muy amablemente: puedes estimularlo con los dedos, no hace falta que sea con la lengua.

Y yo ahí respire, os juro que respiré. Pensé, bueno tengo los dedos cortitos, no creo que toque caca. Es imposible. Eso tiene pinta de que está más al fondo.

PERO NO, NO Y NO. Y MIL VECES NO.

TOQUÉ CACA

CON MIS DEDOS

CACA DE VERDAD

MARRÓN

Y él debió flipar. Era la primera vez que metía el dedo en el culo a alguien y no debí hacerlo tan mal. Puedes limparte, me dijo. ¿¿Perdona?? ¿Como que puedo? Creo que aún no he recuperado la capa de piel del dedo que me dejé en aquel lavabo. Acaba de tocar caca: no hay jabón ni estropajo en el mundo que pudiera limpiar aquello.

Pero aquí no acaba la cosa. Ahora me tocaba a mí ¿no? Ya podría hacerme ver las estrellas y las galaxias y todas las constelaciones del universo para que aquello mereciese la pena.

PERO… No hace falta que os lo diga ¿no?

SE DURMIÓ. SE PUTO DURMIÓ.

Volví del baño y estaba roncando. Y ahí sí, evidentemente, me subí las bragas y me fui.

Pero yo que soy una tía positiva y que no pierde el ánimo pensé de camino a casa y aprendí 3 lecciones:

  1. Crearse expectativas no es bueno.

  2. Un gilipollas menos con el que cruzarme en un futuro.

  3. La caca puede estar acechando en la entrada.

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