Siempre nos han dicho que los hombres tiene una libido superior a la de las mujeres, que si están todo el día pensando en el sexo, que si recurren a la prostitución, que si solo nos quieren para eso…hasta que un día conoces a un chico que es todo lo contrario y te das cuenta de que los prejuicios nos afectan a todos.
Si estás con alguien y no te consideras asexual, es normal que surja y el sexo es una parte importante de la relación (o no, eso ya debe valorarlo cada una). No es que estéis todos los días como conejos pero sobre todo al principio con la emoción de que todo es bonito te encanta darle al tema, el comienzo es muy excitante. La cuestión es que cuando te topas con un chico al que parece que no le gusta la mandanga te rayas y te frustras. Yo soy así y tiendo a creer que todo es culpa mía, ¿será que no le gusto? ¿Será que no soy atractiva?
Conocí a un maromo en Tinder. Desde el principio dejamos claro que ninguno de los dos buscaba una relación formal, sino tan solo pasarlo bien. Él incluso me insistió que había tenido experiencias previas en las que las chicas anteriores se habían ilusionado y ahora prefería dejar claras sus intenciones desde el principio. Por eso di por hecho que si nos gustábamos pasaríamos directamente a la acción.
La cosa es que la primera vez que me lié con este chico ya noté yo que ese chaval no era muy fogoso, pero una no puede tomar decisiones así a la ligera e intenta no darle importancia. Pasan los días, sigues quedando y tú sigues viendo que a ese chaval no le va mucho la marcha. Que si eres tú la que siempre le lanza indirectas, que si nunca te hace un comentario de ese tipo… e intentas sonsacarle pero sin muchos resultados. Empiezas a comerte la cabeza de una manera que no es normal, pero te callas porque es un poco incómodo y te da corte, buscas mil excusas más para no afrontar el tema, pero cada vez estás más rayada y claro llega el día de la gota que colma el vaso. Una semana sin nada de nada, lo invitas a tu casa, se queda a dormir y no te toca ni por WiFi.
Y ya no es solo cuando estáis juntos, es que a lo mejor le sueltas una indirecta por WhatsApp y el chaval ni se inmuta. Tú ya no sabes cómo hacerle saber que quieres un pinchito. Yo llegué a pensar que estaba saliendo con Sheldon Cooper y perdona, pero yo no soy Amy.
Tú sabes que no es por ti porque solo te ha pasado con él y ya no sabes si hace tres semanas que lo conoces o lleváis 10 años saliendo juntos. Lo hablas con tus amigas y amigos y decides preguntarle por si acaso hay algo que se te escapa, o no le gustas lo suficiente, o sencillamente no le pones una mierda. Pero él te dice que no le pasa nada, que se lo pasa bien contigo y que todo fluye normal en esta follamistad.
A las pocas citas sin que hubiera avances acabé por decirle que no nos compenetrábamos y que era mejor dejar de vernos. ¿Qué clase de follamigo es si no folla? Asi que mi consejo (con el que pienso hacerme una camiseta) es muy simple: “Si ni te quiere ni te empotra, que se lo quede otra”.
