«¿Cuántas conversaciones has empezado antes de tener una normal?», se me ocurrió preguntarle a una amiga justo antes de instalarme la App. Tinder es ese mágico lugar donde una puede encontrar de todo, DE TODO, incluso sorpresas más allá de tu imaginación. O al menos a esa conclusión a la que he llegado después de dos meses de conversaciones de besugos. Si alguna de vosotras se ha propuesto empezar a usar la App en 2017 (año nuevo, vida nueva, lo que sea), quedáis advertidas: antes de encontrar a alguien con quien de verdad te apetezca hablar, vas a tener muchas de estas:

Nota al lector: La clasificación la hago desde mi punto de vista como mujer, pero: quien esté libre de culpa que tire la primera piedra. Seguro que desde el otro lado, somos nosotros las causantes de algunas de estas conversaciones desesperantes.

 

  1. La telegráfica

Esa en la que parece que te cobran por palabra. Ten cuidado, no se te vaya a ir de las manos la factura del chat del Tinder. Si ves que estás tirando la casa por la ventana con una frase demasiado larga siempre puedes responder jaja o “emoticono”.

 

  1. La entrevista de trabajo

Cualquiera diría que el chico en cuestión es director de recursos humanos. Lo primero que te pregunta es ¿A qué te dedicas?, ¿qué has estudiado?, ¿cuáles son tus hobbies?, ¿de qué parte de Madrid eres? A mí me han llegado a preguntar que si toco algún instrumento musical. Otro me pidió que le dijese tres cosas que me gustaban de mí y tres que no. ¿Para qué dices que era el puesto de trabajo? QUÉ PEREZA. (¿Quieres saber mi grupo sanguíneo también, mi nivel de hierro, tal vez?).

 

 

  1. La copia y pega

Esta normalmente suele venir de turistas que van a pasar unos pocos días e tu ciudad y se dedican a enviar un mensaje genéricos a todas las chicas que le han hecho match (con la esperanza de que alguna pique el anzuelo) explicando que se quedan hasta el viernes y que quieren que les enseñes la ciudad. Claro que si guapi. Espera, ¿dónde pone en mi perfil que soy guía turístico? Ahhhhh ya. Qué es un eufemismo. Te lo podías haber currado un poquito, una metáfora un poco más elaborada, yo que sé, al menos don Juan Tenorio hablaba en verso.

 

  1. La fuga de la cárcel

Es esa conversación que parece que va bien (no es forzada como la entrevista de trabajo, ni monosílaba como la telegráfica, en fin, que la cosa podría prometer) hasta que de repente ¡puf! El mozo te deja con la palabra en la boca y no vuelve a aparecer. ¿Fue real o ha sido un espejismo?. Se lo echaría en cara si yo no hiciese lo mismo (¡Ups!).

 

  1. El examen oficial

En el que se ponen a prueba tus conocimientos sobre cine, música, series y todo tipo de manifestaciones frikis y culturales. Sobre todo, se caracterizan por la sutilidad del examinador (#SARCASMO) que como no quiere la cosa te interroga sobre juego de tronos para ver si eres una true fan de la serie. Si lo apruebas te dan un certificado internacional B2 de ser follable. Pues igual lo dejo en un cajón, porque me da que no me interesa usarlo contigo.