Pleno invierno, un frío que pela, camisetas térmicas y botas peludas pero ¡oh! ¡qué ven mis ojos!, en mis tiendas favoritas lo único que me ofrecen son bikinis y pareos que me recuerdan que no tengo tiempo ni dinero para irme al otro lado del mundo donde ahora mismo es verano. Maldita colección crucero.
Por Elena Devesa