Salir a bailar con las amigas es terapia y debería de ser una actividad obligatoria por lo menos una vez al mes y financiada por la seguridad social porque es buena para todo. Hasta la resaca y las agujetas del día después son una maravilla.

Si nos paramos a analizar los impulsos dáncicos (lo que me gusta inventarme palabros) de cada una de las bailongas de la pandilla, seguro que puedes ver reflejada en esta pequeña lista a más de una elementa. Y si alguna no coincide quizás sea porque esa elementa seas tú… ¡mejejeje!

La que se aprendió todas las coreos de los BSB y de las Spice Girls y de ahí no la sacas. Como mucho te baila la Macarena, el Saturday Night (Da ba da dan dee dee dee da nee na na na) o aquella de «no rompas más mi pobre corazón».

La absolutamente descoordinada. Y es que para pasárselo chachi es mejor dejar la dignidad absurda en casa.

La que baila solo con la cabecita, pero la copa no la suelta por nada del mundo. Una de dos: o bien coincide con «la absolutamente descoordinada» pero en versión tímida, o bien está más pendiente de fichar lo que pasa a su alrededor que del propio bailoteo.

La que se cree participante de Fama y reta a duelos de baile a quien ose cruzarse en su camino. ¿Su paso estrella? Agarrarse el tobillo y dar rodillazos sexys.

La que se calca unos lip sync for your life que ya quisieran muchas concursantes de RuPaul’s Drag Race. 

La que mete en la disco la coreo de zumba. Y brazo para arriba, brazo para abajo, cuadrado, cha-cha-chá y empujones a todo el mundo.

La reina de las tarimas: tarima veo, tarima quiero. En cuanto te descuidas un momento ahí la tienes dándolo todo subida a cualquier sitio.

La que da palmas todo el rato, estilo foquita feliz.

La que pone cara de sexo. Si ella se cree una diva del coño… ¿quién somos nosotras para robarle la ilusión?

La Carlton Banks. Gracias por tanto, amiga.

La que en cuanto está un poco piripi intenta bailar el «swish swish» para sentirse joven, pero no le sale.

La que ha ido a clases de baile y está un poquito hasta el moño de que las demás le preguntemos por pasos random ( y probablemente baile el «swish swish» del demoño perfectamente).

La que baila con la copa en mano, hace la peonza y rocía con wiscola a toda persona que pase a su lado.

La que siempre termina haciendo la croqueta. Si eres de este tipo dedícate a disfrutarlo siempre indoor por favor, que en la discoteque esto es una práctica de riesgo y no queremos acabar en urgencias.

La del perreo siempre hasta suelo (y la autoestima hasta el cielo), da igual la música que sea. ¿Suenan clásicos del pop? Perreo. ¿Música disco? Perreo. ¿Reggeaton? Perreo intenso.

También se puede dar la situación de que seas un mix de todas… sorry not sorry!

¡VIVAN LAS AMIGAS BAILONGAS!