Me pasó lo mismo al empezar con mi novio. Él ha tenido muchísimas experiencias sexuales y yo solo había estado con mi ex y todo muy vainilla. Mi novio en su día me tanteó a ver qué me gustaba y qué no, y un día quiso ponerlo en práctica introduciéndolo casualmente mientras lo hacíamos. Un simple “no” mío hizo que parara al instante pero entonces me pasó lo que a ti, que no sabía si para él iba a ser suficiente o si se aburriría conmigo. Meses después se lo dije, que me daba miedo que se aburriera porque no le daba todo lo que él querría y genuinamente me dijo que si eso ocurriera se le notaría (y es verdad). Yo también estaba condicionada por el puto Gray y las web porno y también me horrorizaba… pero me daba curiosidad. Y un día él me planteó ponerme un antifaz y dejarme hacer. No me ató, no hizo más que ponerme en la cama y guiarlo todo, y fue INCREÍBLE. A partir de ahí empecé a investigar y aunque no hemos llegado al bondage puro sí le pido meter BDSM light. Para mí son experiencias increíbles y a él le encanta. La clave es el respeto absoluto. Él durante la faena empieza a hacerme algo tanteando el terreno y yo evalúo si quiero o no. Si digo no verbalmente o con la mirada, NO se insiste. Si das pie y luego prefieres que no, se lo dices y NO insiste.
El BDSM puede ser increíble, y en mi caso sobre todo si el 80% son polvos normales y de vez en cuando sin esperarlo le propongo BDSM. Él se excita porque le gusta y yo me excito porque tengo el control de la situación, aunque a mí me gusta ser más sumisa.
No te cierres en banda y sobre todo piensa que si tu novio lleva dos años follando sin queja contigo es porque te quiere y porque para él el BDSM no es una necesidad, sino un “hobby”

Pues si te ha dicho que está bien, tendrás que creer que está bien, digo yo. Porque si no confías en la veracidad de lo que te dice, el problema no es si le gusta el BDSM o los helados de menta, el problema es que no confías en él o en vuestra relación.

Gracias a todxs por vuestros comentarios. A veces las cosas son más simples pero por inseguridad o lo que sea les doy más vueltas de las que tienen. Y N, al principio de estar juntos también estábamos sobre una hora y media, las primeras semanas.