Veréis, amigas, esta historia es larga porque empieza hace 17 años. Yo por aquellas tenía 15 tiernos años, tenía mil amig@s de todas las edades, era un grupo enorme de «amigos de amigos». Unas vacaciones de Navidad, uno de estos amigos se presentó con el hermano de su cuñado, todas las chicas del grupo nos quedamos boquiabiertas porque era mayor que nosotras, guapísimo y además tenía el aliciente de que era de fuera, de lejos… Vamos, que era vasco y nosotras de la más profunda Extremadura. A mi aquello me ponía especialmente, eso y el rollo «agitanao-vasco-bombonazo de veinticuatro». Aquella primera vez que lo vi, que lo recuerdo ahora mismo como si lo estuviera viviendo, en realidad pasó sin pena ni gloria. El tío nos saludó cuando nos lo presentaron, se montaron en el coche y se fueron.
En Semana Santa de ese mismo año volvió a venir con su familia, y mi amigo lo traía con él. Mi mejor amiga de entonces y yo siempre hemos sido muy extrovertidas, asique enseguida le dimos conversación para que se sintiera como en casa. El chaval era muy simpático, compartíamos gustos musicales y poco más, pq la diferencia de edad era de 9 años, así que poco más podíamos compartir.
Yo vivía enamorada de ese chico, es que me encantaba. Ese verano vino a pasarlo a mi ciudad, y por entonces ya teníamos bastante confianza, nos habíamos estado escribiendo SMS esos meses y teníamos «amistad», asique cuando llegó el verano ya empezamos a hacer cosas juntos. Mi amiga y yo le caíamos muy bien, se lo pasaba bien con nosotras y nos llevaba a todas partes. Nos llevaba a los pantanos cercanos a bañarnos, nos recogía, nos llevaba al campo a pasear, siempre se quedaba junto a nosotros en el parque, pero por supuesto jamás pasó nada. Absolutamente nada fuera de lo normal. De hecho, recuerdo que yo no lo veía entonces en plan guarro, lo veía como el amor de mi vida, pero esa imagen no implicaba sexo. Así que, a veces cuando nos bañabamos en los pantanos y mi amiga salía a fumar, yo me acercaba, le abrazaba «jugando» y nos quedábamos con las bocas muy cerca, pero nada más. Todo era muy sano.
Así estuvimos todas las vacaciones durante dos años, y algunos findes que venía. Pero su hermano se divorció y él dejó de venir con tanta frecuencia. Al final la «amistad» se enfrió, pero para mi siempre ha sido esa espinita clavada, (porque no me la ha clavado, jajaja).
Hace unos seis años, yo acababa de romper con mi novio de entonces, yo ya tenía 27 años y como la relación había sido horrible, yo me estaba pegando unas vacaciones emocionales, pero tenía mis follamigos, que había que celebrar la libertad y subir la autoestima que la tenía por el suelo. En esas estaba yo cuando mi vasco me encontró en Facebook. Estaba igual, era esa misma persona que yo recordaba, tan gracioso, tan vasco y tan puto caramelito. Nos pusimos a recordar viejos tiempos y pronto salió el tema de lo que me había gustado él, y claro, el chaval me decía que por mucho que yo hiciera él no podía hacer nada, pq yo era una niña y él ya tenía veintipico, que era mucha edad, etc… a los dos días de hablar el calentón era jodidamente grande, prácticamentenos nos habíamos dicho qué nos haríamos cuando nos viéramos, porque íbamos a vernos, porque teníamos que vernos y terminar aquella historia con un polvo maravilloso, en el capó de aquel opel astra rojo que tenía a sus veintipico y que, milagrosamente, aún conservaba.
Pero aquel final de verano encontré a un chico genial, del que me enamoré casi al verlo, asíque para mis follamigos y para mi vasco desaparecí. Y así han sido estos más de cinco años en los que he estado muy, muy feliz.
Sin embargo, hace un par de días estuve viendo una serie ambientada en el País Vasco, y me acordé de él, mucho, con mucha nostalgia de aquellos maravillos años, así que lo busqué el Facebook, y allí estaba una petición de amistad q nunca acepté, pero le he hecho un rastreo a su perfil de arriba a abajo, y ¿cuál ha sido mi sorpresa? Que me encanta absolutamente todo él, me encanta que siga siendo igual, haciendo las mismas cosas, teniendo los mismos gustos, etc. No me he puesto en contacto con él, solo me he deleitado con su contenido sus viajes, sus aficiones, etc. La cosa es que no me lo quito de la cabeza, como que una parte de mi (supongo que sabemos qué parte es) quiere hablarle, charlar de las viejas glorias… pero otra parte me dice que ni de puta coña haga eso, porque hay muchas probabilidades de acabar en una conversación subida de tono. Por las fotos sé que está en Extremadura ahora (sus padres al jubilarse se fueron allí a vivir), y aunque yo trabajo y vivo en otra comunidad, he viajado allí dos días, he ido sola por el tema del covid y mi novio ha viajado solo a ver a sus padres. En Nochevieja también iré sola y sé que él estará en el pueblo con sus padres, y es que necesito que me deis una hostia virtual para que vuelva a la vida que tenía antes de meterme en su perfil, porque me estoy calentando la cabeza y lo que no es la cabeza por un amor de juventud.