Cuando me independicé definitivamente (comencé quedándome en el piso de mi chico algunos días, después alquilamos un piso para los dos) también tenía un poco de angustia, pensaba en mi casa, mis padres, mi hermana, mi perro, mi gato… Pasé unos días (semanas) bastante fastidiados.
Hasta que un día caí en que la casa de mis padres siempre sería mi casa, y reconforta saberlo. Tus padres no te quieren menos porque no vivas con ellos, y estoy segura de que celebran y se sienten orgullosos de todos tus avances.
Además descubrí que mi madre es súper divertida como amiga también, y quedábamos muchos días solas para comer y ponernos al día de todo.
Es una etapa diferente, pero tienes que tratar de verle el lado bueno.
El psicólogo además seguro que te puede ayudar.
Mucho ánimo que seguro que es una fase que podrás superar pronto.