Ella no le ha insinuado a su jefe – en ningún momento – que le guste, no han tonteado, no ha habido intercambio de miradas ni insinuaciones de ningún tipo… por tanto llevarla a su piso y lanzarse a su cuello sin pedir permiso y sin tantear el terreno es una agresión en toda regla. Ella se siente atraída por él, pero eso él no lo sabe, ¡simplemente es su empleada recién contratada!
Erotizar una situación de abuso está mal. Creo que debería haber un preámbulo y que se debería profundizar en los personajes, en sus sentimientos,,y ambientar el relato alrededor de una situación de consentimiento mutuo. Porque a mí mi jefe (por muy potorro que esté) me lleva a su casa diciendo que vamos a comer y se abalanza sobre mi cuello de esa manera,,, y tiene poco tiempo para salir pitando hostias de la denuncia que le meto.