Pues yo creo que, antes que nada, debes ser sincera contigo.

Si no quieres compartir la vida con tu marido (que no es lo mismo que no quererlo), dejarlo. Por aquí dicen que puede ser romper la familia, pero no lo creo. Depende de cómo seáis, puede ser lo más sano para ti, para tu marido y también para tu hija.
Para ti porque vivir en una mentira te hará infeliz. Para tu marido porque, aunque quieras hacer ver que no pasa nada, inconscientemente sentirá que no es querido. Y a tu hija por tener que crecer en un ambiente de infelicidad e insatisfacción.

Si quieres seguir con tu marido, piensa cómo quieres hacerlo.
1) Si quieres mantener tu matrimonio monógamo como hasta ahora, está bien que pongas punto a parte a las tentaciones, pero busca una alternativa donde descargar eso (masturbarte, actividades que te satisfagan…). Estaría bien que pudieras hablar con alguien, ya sea alguna amiga/familiar o terapeuta. También podrías incentivar a tu marido a hacer actividades deportivas juntas, así no le bajas el autoestima diciéndole lo desmejorado que le ves pero provocas un cambio que le puede motivar a mejorar físicamente (busca algo que os guste a ambas, o buscad juntas).
2) Si lo que quieres es tener otras relaciones sexuales i/o románticas y seguir con tu marido, yo lo hablaría con él (e investigad sobre relaciones no monógamas). Quizás con los años a ambas os gustaría probar cosas nuevas. En esto siempre es fundamental tener claros tus límites y tus preferencias, y hablarlo muy claro (empática, pero sincera, porque crear confusión es más doloroso que callarse por no herir).

3) Por último está la opción de engañar a tu marido sin hablar nada, pero creo que si le guardas un mínimo de cariño no lo harías, a parte de que esta opción sí que puede crear verdadero resentimiento a toda la familia.

Sea lo que sea que hagas, que sepas que eres muy fuerte por haberte apartado y que no es fácil, pero encontrarás la solución! Ánimos!