Sorpresa: la inteligencia emocional también se educa y se aprende. No es un don. Es cierto que las personas sensibles son más susceptibles de ser educados emocionalmente, pero cualquiera puede controlar perfectamente sus emociones. De hecho es algo en lo que, al menos hoy en día, se le presta bastante atención en el ámbito de la educación y en lo que se espera que los profesores de hoy en día formen a sus alumnos.