Estaba yo por los mundos de Tinder, de los cuales tengo experiencias de todo tipo, pero nunca una como la que voy a contar.
Sí, soy gorda, lo sé. Pero me cuido y soy feliz. Y me veo guapa y sexy, sin que nadie tenga que repetírmelo. Me veo y me lo digo yo solita.
Pues una mañana algo aburrida en el trabajo hice match con un chico, pongamos que se llama Charl, que estaba bastante apañado y que estaba a 8km de mí. Lo que hacía que fuese un gran descubrimiento… pues en Toledo la fauna de mi edad escasea (pero eso daría para otro tema aquí en el foro).
Su entrada fue triunfal comenzando la conversación con un: ¿Quieres que follemos?
En ese mismo momento me planteé bloquearle, pues una persona que ni si quiera saluda de la forma adecuada ya hace sospechar… pero decidí seguirle la conversación diciéndole que primero por qué no empezar por un: “hola ¿qué tal? Y luego ya se vería”. Debe ser que esto ya no le sentó bien a lo que decidió responderme lo siguiente:
“Mira, vivo solo y me gusta darles caña a chicas atrevidas con sobrepeso como tú. Y así, de 25 para arriba, más jóvenes no. Si quieres una buena experiencia sexual me dices, no se admiten devoluciones, pero tampoco te obsesiones por repetir”
No sé vosotras, pero yo cuando lo leí me sentí que hablaba con la ONG “Follagordas sin fronteras”. Como si me fuera a hacer un favor… ¡el sexo es disfrute mutuo! ¡No se hacen favores!
Ante tal mensaje podía bloquearle o contestarle. Obviamente fue lo segundo, así que mi respuesta fue: “¿perdona?¿así esperas follarte a alguien?” A lo que él me contestó (y ya entré en cólera): “¿qué esperabas, gorda? ¿Qué te sedujera?”
A partir de ahí la conversación se descontroló, obviamente, pues él llegó a reprocharme que yo diese like a tíos de primera cuando yo era de tercera (pero con la cual se quería acostar). El cabreo era enorme pero a la vez solo me salía reírme de una persona como él, seguramente hace años esto hubiesen sido lágrimas y vergüenza, pero ahora soy más fuerte gracias a comunidades como esta. Después de una larga conversación terminé llegando a la conclusión de que estaba acomplejado de que le gustaran las gordas ¡Sí, esas de tercera según él! Esas con las que él se quiere acostar, haciéndonos creer que nos hace un favor.
Además, ¿a caso no tengo derecho a dar likes a tíos socialmente aceptados como buenorros y tener un trato humano con ellos?
¿El hecho de ser gorda hace que tenga que decir a todos los tíos que sí con desesperación y por eso no me merezco que me seduzcan?
No hay ni que aclarar que lo termine bloqueando y denunciando su cuenta de Tinder. Y espero que no se fuera con la conciencia tranquila, pues se llevó su buena parte de charleta sobre el daño que podía a hacer a una persona sin autoestima y con inseguridades con su cuerpo.
Doy gracias a que me tocó a mí que no tengo ningún problema con mi físico.
Así que chicas si un chico rubio, delgado, de ojos claros de la zona de Toledo os hace Match… ¡recordad esto! ¡Y huid! ¡Pero siempre con una sonrisa!