Bueno días-tardes-noches, bellas damiselas:
Hoy vengo a decir que estoy harta. Bueno, no, mejor aún, estoy hasta el moño. No, hasta el txitxingorri de los cánones de belleza que se nos imponen a las mujeres para sentirnos bellas, sensuales y aceptadas por la sociedad y que han llegado hasta el mundo plus-size. O sea, ahora ya no puedes ser gorda y feliz, ahora tienes que ser gorda, pero cumpliendo con un tipo de cuerpo para ser gorda y feliz y ya, mira, me cansa, mis sielas . Así que quiero que conste en acta esto que voy a decir:mis caderas, mis muslos y mis pechos se merecen R-E-S-P-E-C-T, a lo Aretha Franklin.
La razón de esta queja es que simplememte estoy cansada. Tengo el cuerpo proporcionado, con la cintura estrecha y las caderas y los hombros equilibrados, lo que llaman «reloj de arena». Sin embargo, a veces me siento que la proporción de mi culo y mis caderas solo son normativos y respetables si te apellidas Kardashian. Y esta idea me viene a la cabeza cada vez que voy a comprarme ropa y la persona que ha hecho ese patrón cree que para que mi muslo quepa en esa pernera debo tener una barriga de Papá Noel o, mejor aún, cuando me voy a comprar un mono y creen que tengo dos melones de Villaconejos por pechos. ¿Todas las gordas debemos tener los pechos de Yola Berrocal (que la adoro)? ¿Solo podemos ser aceptadas por el universo si tenemos los muslos torneados? ¿Por qué la moda no investiga más sobre los distintos tipos de cuerpo de las mujeres para darnos soluciones más acordes y así no obligarnos a 1) sentirnos mal porque no nos queda bien algo; 2) llevarle toda la ropa que nos acabamos de comprar a la mami para que nos la arregle?
En resumen, estoy cansadita de los cánones de belleza que incluso abundan en el mundo de las tallas grandes y que solo hacen que la losa que llevamos encima sea más grande.
Un beso enorme, maravillas del mundo.