Buenas, llevo con mi pareja 5 años. Nos conocimos en una situación bastante peculiar, en un Erasmus, y todo parecía divertido y diferente con él, era yo muy a gusto y me reía mucho y todo era…no sé…brutal. Nos fuimos a vivir juntos al año y empezaron los problemas. Comencé a descubrir que el se había acomodado a mí, no venía casi nunca con mis amigos, le daba pereza coger el coche para todo, salir a pasear con mi perra y conmigo…salvo ir al cine de vez en cuando y cenar (antes de la pandemia, ahora ni eso). Nunca vino a celebrar mi cumple con mis amigos, ni tampoco vino a mi graduación de la universidad. Se acomodó, le daba igual, y como no soy la típica chica «Disney» el suponía que me daba igual, y en su momento sí, pero cuando fueron acumulándose lo casos, además vivimos en un piso heredado y no pagamos casi nada y buscaba trabajos de un mes y lo dejaba, sin ambición, sin aficiones, así pues, exploté. Pensé que no me quería, me dijo que sí que mucho pero que él no era así y necesitaba que yo le ayudara a cambiar, porque quería cambiar. Por tanto, yo le ayudé. Me mantuve ahí apoyando. Es cierto que no hice mucho, no soy quien para cambiar a nadie, la verdad ni para insistir a nadie en que quiera pasar tiempo conmigo. Pasaron meses, y bueno, «discusiones» ni nos peleábamos ni nada, pero llegábamos al mismo punto muerto: yo soy feliz así es lo que conozco pero esto tampoco me gusta vamos a cambiarlo. Total, que después de darnos un tiempo, el se esta comportando conmigo mucho mejor, lo noto mas presente, mas dispuesto y co. «ganas» de hacer cosas, aunque se sigue quejando siempre de que quiere estar tumbado o jubilarse o cosas así…y yo le digo si tienes 30! que me estas contando!.
En fin, que aunque esté cambiando, yo ya no me siento feliz, no se si fue porque son varios años de decepciones, o porque simplemente es una etapa y me tengo que adaptar. ¿Cuando sabes que es amor y no costumbre? Yo le quiero mucho, pero no le quiero hacer daño. Muchas veces me imagino con otra persona opuesta a él, o con gente que tuve oportunidad de conocer más románticamente y no lo hice porque quería estar con él. Ahora siento como que he perdido mi vida, aunque soy consciente de lo bueno que me ha dado y lo bien que lo he pasado a su lado, y por eso mismo me cuesta dejarle marchar. Pienso que es injusto para él que yo esté esperando a ver si me resurge el amor, o si de verdad está y no lo siento por las decepciones. Entonces, me cuesta chicas, decidirme a que hacer. Para mi es un error seguir con el por mil razones y también es un error por mil razones dejarlo. Pero le miro a los ojos y lo veo enamorado, y yo, pues no. Luego pienso que el enamorado quizá no esta, y solo tiene dependencia emocional (por su forma de actuar en el pasado). Muchas veces pienso, que si lo hubiera dejado al principio cuando me empezó a molestar todo pues habría sido más fácil. Otras veces pienso, que quizás si sigue así volvamos a estar felices.
Esto es una mierda, perdonad mi expresión. Me siento ahogada viviendo con él, y me imagino sola y feliz, pero luego pienso en todo lo que compartimos en la «familia y hogar» que él es para mí…Y me digo que debo intentarlo. Lo fácil siempre es decirle adiós a los problemas sin luchar , ¿no? Pero…¿donde poner el limite?